Según Andrew Weissman, de la oficina del fiscal independiente Robert Mueller, una reunión que tuvo lugar el 2 de agosto de 2016 en el Grand Havana Room en Manhattan es clave para la investigación sobre las relaciones entre Rusia y la campaña de Donald Trump.
Informa una extensa nota firmada por Rosalind S. Helderman y Tom Hamburger y publicada en el Washington Post que participaron en esa reunión Paul Manafort, presidente entonces de la campaña Trump 2016, Rick Gates, segundo al mando, y Konstantin Kilimnik, agente de la inteligencia rusa vinculado a Vladimir Putin.
Durante la reunión, Manafort presuntamente entregó a Kilimnik información de encuestas sobre votantes estadounidenses.
(Manafort se encuentra recluido en un presidio en Virginia; Gates se ha declarado culpable de una serie de crímenes y está colaborando con la investigación; y Kilimnik ha sido imputado por las autoridades estadounidenses, pero sigue en el extranjero).
La reunión misma era conocida desde hace algún rato. Pero la información sobre la importancia en el esquema de la investigación del fiscal Mueller surgió coincidentalmente en medio de una audiencia la semana pasada sobre las acusaciones del fiscal especial en el sentido que Manafort ha violado un acuerdo de colaboración con la fiscalía al mentir sobre lo que transcurrió allí.
Dijo Weissman que la reunión, “va precisamente al centro de lo que las oficinas del fiscal especial están investigando”.
Según la nota en el Washington Post, “Un tema que estos hombres discutieron fue una resolución propuesta sobre el conflicto en Ucrania, algo de enorme interés para el gobierno ruso, indica un transcripto parcialmente censurado de la audiencia del 4 de febrero”.
(Contexto: Durante aquellos días, Rusia acababa de anexar Crimea, apoyaba una insurgencia contra el gobierno de Ucrania y ello la había enfrentado con la OTAN, mientras que EUA había impuesto sanciones. Putin ha buscado que le levanten dichas sanciones).
Estos nuevos detalles muestran en donde está enfocando la atención de Mueller en lo que se considera la recta final de la investigación que ya lleva 21 meses. Según el testimonio en la audiencia clausurada al público de Weissman la investigación busca establecer si Rusia y la Campaña Trump 2016 colaboraron. Y hasta qué punto.
El fiscal independiente, acusó a Manafort de mentir sobre esta reunión. Los abogados de Manafort afirmaron que cualquier falsedad es producto de fallas en la memoria de Manafort.
La juez Amy Berman Jackson falló en contra de Manfort y ello significa que éste podría pasar el resto de su vida en la cárcel.
Pero ha sido surgido, por enésima vez, la pregunta ¿por qué? ¿Por qué sigue mintiendo? ¿Qué esconde? Y no solo él, sino también otros funcionarios de la campaña Trump que han sido condenados por mentir a las autoridades sobre las relaciones con Rusia, ¿qué es lo que intentan esconder?
Se sabe que Manafort estaba endeudado en millones de dólares — impuestos de propiedad, mejoras a sus casas, pólizas de seguro, tarjetas de crédito, su estilo de vida comparable al de un jeque petrolero. Se sabe que éll estaba “vendiendo” acceso a la presidencia a gente vinculada al gobierno de Rusia — fueran ucranianos o rusos.
Algunos han dicho que esta reunión de agosto 2 2016 en el Grand Havana (que coincidentalmente está ubicado en el edificio de la familia Kushner, el yerno de Trump) se concretaron detalles sobre qué estaba dispuesto a dar Trump diplomáticamente a Rusia a cambio de ayuda en la elección.
¿Verdad o especulación exagerada? Quizás nunca se conozcan los detalles — aunque siempre seguirá la pregunta, ¿por qué luego de esta reunión en el elegante sitio donde las llamadas élites fuman puros, salieron los tres por puertas separadas?
Nota en Washington Post (inglés)