Pronto, los habitantes de Seattle, en el estado de Washington, tendrán el salario mínimo más elevado en EUA y, contrario a las predicciones, el comunismo no ha triunfado.
El concejo de la ciudad aprobó por unanimidad una base de US$15 la hora el lunes con un plan de implementarlo a lo largo de siete años.
Durante esta transición, informan Lynn Thompson and Amy Martinez en Seattle Times, algunos negocios podrán contar las propinas como parte de esos US$15.
Unos 100,000 empleados se beneficiarán de esta medida.
Pero algunos no están muy felices. El International Franchise Association entabló una demanda en contra del plan, al que llaman “injusto y discriminatorio”.
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