Armas militares en policía EUALa reunión se produjo mientras el Senado celebró una sesión sobre la militarización de las fuerzas policiales en Estados Unidos. La senadora demócrata Claire McCaskill, de Missouri, dijo que la sesión fue impulsada por las preocupaciones sobre la represión fuertemente armada en las manifestaciones de Ferguson tras la muerte de Michael Brown.

McCaskill afirmó: “Vi vehículos blindados con un francotirador apuntando su rifle a un manifestante desarmado en una cálida tarde de verano. Creo que la mayoría de los estadounidenses se sintieron incómodos viendo una calle suburbana en Saint Louis transformada con imágenes vívidas y poderosas en todo el país, en una zona de guerra completa con camuflaje, gases lacrimógenos, balas de goma, vehículos blindados y miras láser”.

El programa 1033 del Pentágono ha transferido más de 5100 millones de dólares en equipo militar a las agencias locales desde 1991, entre ellos más de 600 vehículos blindados resistentes a las minas, o MRAP, por su sigla en inglés. Hablando en defensa del programa, Brian Kamoie, del Departamento de Seguridad Nacional, expresó que el equipo militar ayudó a localizar al sospechoso sobreviviente tras el atentado en la maratón de Boston el pasado año.

Kamoie declaró: “La respuesta al atentado a la maratón de Boston en 2013 demostró cómo las inversiones en preparación mejoraron las capacidades. Equipos financiados como la cámara de infrarrojos con visión hacia adelante en un helicóptero de la Policía del Estado de Massachusetts permitieron capturar a Dzhokhar Tsarnaev al tiempo que mejoraron la seguridad personal de los agentes del orden público y la protección de la seguridad pública”.

En una declaración, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés) dice que planea entregar una petición pidiendo al gobierno que “deje de financiar la policía militarizada en las comunidades de color”. Kara Dansky, de la ACLU, afirma que el Pentágono impulsa la represión policial en comunidades de bajos ingresos con mayorías afroestadounidenses como Ferguson.

Kara Dansky expresó: “Creo que un resultado concreto de tener todo este equipamiento a disposición de la policía local es que ello contribuye a la cultura del militarismo que hemos visto en la policía, repito, durante décadas, especialmente en las comunidades pobres y en las comunidades de color. Creo que esto debería preocuparnos mucho, porque no es que todos los estadounidenses experimenten la militarización de la policía por igual”.

El Presidente Obama ordenó una revisión de las transferencias del ejército a las fuerzas policiales locales tras el asesinato de Michael Brown. El Departamento de Justicia desarrolla además una investigación civil en torno a la policía de Ferguson.

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