4369918140_1a02064f42_zNo será un regreso a los días de la Guerra Fría, pero aún así las relaciones entre Rusia y EUA, que vienen agriando desde que Vladimir Putin regresó al poder el año pasado, están en su punto más bajo en mucho tiempo, dice Max Lander en el New York Times.

Al otorgar asilo al filtrador fugitivo Edward Snowden, las cosas han deteriorado al punto que han dejado en veremos la cumbre planeada en Rusia para septiembre.

Los desacuerdos geopolíticos son de fondo: el apoyo ruso al régimen de President Bashar al-Assad, que ahora parece haber retomado la ofensiva; el desarme nuclear, que Putin se niega a aceptar mientras haya misiles en Europa apuntando hacia Rusia; y el nuevo gobierno de Irán, a cuyo presidente Hassan Rouhani los rusos ven con buenos ojos.

Ahora, para remate de males, viene el caso Snowden.

Al otorgarle asilo sin consultar previamenta a Washington “queda claro que semanas de diplomacia pública y privada no condujeron a ningún lado”.

Durante los primeros días de la crisis, Putin pareció titubear, tomando en serio las advertencias de Obama, dice el Times.

Ahora, sin embargo, “Putin ha rechazado implicitamente las acusaciones de la Casa Blanca de que él no es un informante sino un contratista criminal acusado de un crimen que presenta un riesgo enorme para la seguridad nacional de EUA”.

Si la posibilidad de cancelar el viaje se venía discutiendo por algún rato, ahora es bastante probable.

Dijo el vocero de la presidencia Jay Carney: “Obviamente no es un desarrollo positivo. Estamos evaluando la utilidad de la cumbre”.

Artículo en inglés

Imagen cortesía AZRaiman via flickr