No será para toda la familia, pero este anuncio de Agent Provocateur se nos hace maravilloso. Por una lado, pone a la usuaria del producto (ropa interior sexy) en control total, y en ese sentido captura la esencia de la marca. Por el otro, todo –desde la luz a la música, a Betty Sue la heroina de la marca — encajan para crear un gran anuncio. Es sensual, erótico, es cinematográfico y definitivamente gran publicidad.