En vísperas del tercer debate entre los candidatos a la presidencia de EUA, pregunta uno de nuestros lectores, ¿qué tema piensan ustedes no ha recibido suficiente atención en esta aparentemente interminable campaña?

No tuvimos que pensar mucho.

Es un tema que ha tragado miles y miles de millones de dólares, causado incontables muertes, desangrado las ciudades de EUA y el continente, encarcelado decenas de miles, arruinado y destruido familias, militarizado los campos de las Américas, deformado sus economías y generado incontrolable corrupción a todos los niveles de la sociedad.

Es un tema que no ha producido un solo resultado positivo y no obstante ello sigue las mismas pautas básicas elaborabas hace 40 años.

Hablamos de la llamada guerra contra las drogas.

Ha sido un estruendoso fracaso.

Nos gustaría preguntar a los candidatos, “Ustedes ambos se refieren a los presuntamente comprobados fracasos de su adversario para sustentar el argumento de que votemos por usted. ¿Por qué no admitir el fracaso en la política vigente desde los años 70 contra los narcóticos e iniciar un debate sobre una nueva perspectiva?”

La respuesta, en nuestra opinión que quisiéramos estuviera errada, es que ambos carecen del valor político para hacerlo.

En julio de este año, Eduardo Porter del New York Times documentó con cifras los resultados de la guerra contra las drogas.

“Los precios unen la oferta con la demanda. Si la oferta de una droga ilegal fuera a caer, digamos porque la Drug Enforcement Agency detuvo su llegada a la nación, habría de esperarse un aumento en el precio”.

Sin embargo, un gramo de cocaína cuesta cerca de 16% menos que en el 2001. Igual es el caso de la heroína y la metanfetamina.

Ello mientras el consumo (o la demanda) ha aumentado hasta en 30% comparado con hace dos décadas, dice.

El gobierno de EUA ha gastado entre US$20 mil y US$25 millones cada año en actividades contra los narcóticos por más de dos décadas.

Solo desde el año 2000, han muerto más de 55,000 ciudadanos mexicanos y decenas de miles más de centroamericanos y sudamericanos.

En el 2010, 1.64 millones de estadounidenses fueron detenidos por narcóticos, cinco de cada cuatro de ellos por posesión.

En las cárceles estatales uno de cada cinco reos, en las prisiones federales casi la mitad, purgan condenas por crímenes relacionados a las drogas.

Políticos, académicos, funcionarios del sistema de prisiones, líderes eclesiásticos y comunitarios, educadores, estudiantes, padres de familia, y una enorme gama de gente han pedido que se presenten alternativas, que se abra una discusión — desde la legalización, hasta la despenalización.

Que se mire desde otra óptica.

Cada intento de cambio ha encontrado el silencio, como el que nos ha ensordecido en esta temporada electoral.

Esto es lo que nos agradaría escuchar en el cuarto (tercero presidencial) y último debate: lunes 22 de octubre, World Performing Arts Center, Lynn University, Boca Raton, Florida. Moderado por Bob Schieffer – CBS News.

Foto: Operativo antidroga Michoacán, México. Wikipedia

Carlos F. Torres

New York, octubre 21 del 2012