Aunque la traducción de la obra que reseña Mark Monahan sería “Un poquito de ternura por el amor a Dios”, el crítico de The Telegraph hubiera preferido un poquito de talento.
Porque considera la coreografía del canadiense Dave St-Pierre, “En su totalidad es una plasta de basura tan podrida que podría ferlizar sus petunias con ella”.
“A little tenderness for heaven’s sake” está de paso por Londres por tres días en el Sadler’s Wells y, según Mohahan, ni él ni los otros críticos (unos se salieron, otros insultaron con la palabra en inglés que comienza con F y termina con K) se sintieron escandalizados por la denudez. Sencillamente se les hizo repugnante.
“Son 110 imperdonables minutos” dice de “esencialmente una alternancia de desnudos lobotomizados brincando — que incluye cantidades de escupitajos, masturbación real y bestialismo simulados — y viñetas vestidos sobre la soledad”.
Coincidimos con el crítico y la única razón por que aquí la presentamos es porque son un poco de gente sin ropa. (Además nos encantó la crítica)
Foto Sadler’s Wells
