Salon discute los peligros de la técnica de cirugía cosmética conocida como Gluteoplastia, que aumenta el tamaño de la región glútea y está muy de moda.

Recuerda el caso la semana pasada de una muchacha de 23 años en Queens, Nueva York, que por poco pierde la vida luego de una gluteoplastia, desarrollando absesos y requiriendo una visita a la sala de emergencia. Señala que, “No es la primera vez que los procedimientos de aumento de nalgas resultan en complicaciones serias, incluso la muerte. En febrero del 2009, dos mujeres en Tampa recibieron tratamiento por lesiones extensivas a los riñones. En diciembre del año pasado, Solange Magnano, la señorita Argentina 1994, murió a causa de un embolismo (bloqueo de la arteria del pulmón) producida por una cirugía de gluteos que fracasó.”.

Indica que, bajo condiciones de higiene óptimas y con cirujanos certificados, los riegos son similares a los de cualquier otra cirugía estética.

El problema, sin embargo, es que siendo un procedimiento lento, que consiste en retirar grasa del estómago e inyectarla en los glúteos, requiere varias horas. Y en un spa, donde muchas mujeres lo están haciendo, no le dedican ese tiempo.

Pero el peligro más serio, según Salon, es cuando se opta por el procedimiento de inyectar silicona ya que el tipo de la sustancia que se emplea a nivel de spa carece de la aprobación de la Administración de Alimentos y Drogas.

O sea que es jugar con candela.

Foto cortesía de greg scales via flickr

Artículo en inglés