BlackwaterUn jurado ha declarado a cuatro guardias de la compañía de seguridad privada Blackwater culpables de dar de baja a más de 30 iraquíes en Bagdad en el año 2007.

Informan Spencer S. Hsu, Victoria St. Martin y Keith L. Alexander  en el Washington Post que Paul Slough, Dustin Heard, y Evan Liberty habían enfrentado cargos ​​de homicidio voluntario y tentativa de homicidio.

Nicholas Slatten fue acusado de asesinato en primer grado.

La fiscalía argumentó que los guardias de Blackwater sentían desprecio y una profunda animosidad hacia los civiles iraquíes.

Los guardias de la compañía Blackwater, que desde aquel incidente ha cambiado su nombre pero sigue entrenando fuerzas de seguridad privadas, abrieron fuego indiscriminadamente contra la población civil. Ninguno de los muertos era insurgente.

Los guardias dijeron haber sufrido un ataque armado.

El cargo de homicidio, según los informes, acarrea cadena perpetua obligatoria, el de homicidio voluntario 15 años, y la tentativa de cometer homicidio voluntario costará siete años tras las rejas.

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