El resultado lo dice todo: Seattle 43; Denver 8.
Ambos equipos llegaron al evento presentándose como una ofensiva imparable (Denver) y una defensa impenetrable (Seattle).
Pues las cosas no se salieron muy bien a Peyton Manning, quien cometió una retahila de errores, que a su vez desencadenaron más errores para que su equipo entregara el partido con un humillante resultado.
Y tal como los miles de residentes del área metropolitana de New York se quejaron al ver un encuentro que consideraron pésimo, llegar a sus casas fue una caótica aventura.
Los trenes.
El evento había sido presentado como el primer Super Bowl con transporte masivo y se anticipaba que entre 10,000 y 12, 000 personas se movilizarían en trenes.
Pero, indica John Boyle en NJ News, fueron 28,000 los que optaron por NJ Transit para evitar el tráfico.
Dice NJ News que tan pronto terminó el partido, se realizó el anuncio que había que esperar porque los trenes estaban llenos.
Para completar, comentó un gran director creativo de una importancia agencia de publicidad que los comerciales, por los que se paga hasta US$4 millones un espacio de 30 segundos, fueron medianamente malos.
Un Super Bowl para olvidar.
Imágenes via NJ News
