640px-Frauenberg_030¿Una cosa es romper con su pareja, pero quedarse sin casa?

En época de vacas flacas como las que sufre la Madre Patria la respuesta es simple: ol-ví-da-lo.

Informa George Mills en The Local, un diario digital en inglés, que una jueza en Sevilla ha fallado a favor de ambas partes en un caso de divorcio.

O en contra de las dos.

Porque ganaron y también perdiero. O perdieron y también ganaron.

Dividirán en dos la residencia de 250 metros cuadrados.

Ella vivirá arriba con las hijas; él abajo solo.

El pagará las renovaciones.

Ambos compartirán su frustración y de vez en cuando se toparán en las áreas comunes: ¡Maldita sea!

Para la jueza es “el peor de dos males en vista de la situación económica que enfrentan ambas partes”.

Según dijo al New York Times un abogado, prepárense los españoles a fallos parecidos. “Extraordinario decisión que podría servir de ejemplo para otros jueces. La crisis económica lo ha cambiado todo”.

No todo: muchos matrimonios se siguen peleando.

Más información en inglés The Local

Más información en inglés New York Times

Imagen: Solución salomónica, Wikipedia