NEW YORK — Han pasado exactamente 35 años pero su nombre todavía produce escalofríos: Son of Sam.
Así se conoció a David Berkowitz, uno de los peores asesinos seriales de esta ciudad, quien disparó a sangre fría contra 13 personas, matando a seis de ellas, en lo que se llamó un “Verano de terror”.
También le llamaron el “Asesino del calibre .44”.
Berkowitz fue detenido un 10 de agosto de 1977, frente a su casa en Yonkers.
Habían transcurrido 13 meses desde su primer ataque.
Fue allí que Tanyanika Samuels del New York Daily News le entrevistó.
El mensaje de Berkowitz: “La sociedad necesita quitar la gloria de las armas”.
“La sociedad tiene que quitarle la gloria a las armas. Los jóvenes no deberían portar armas. Me gustaría poder hablar directamente a los pandilleros y los que quieren serlo y decirles que la cárcel no es como la imaginan. Si lleva un arma, estás cometiendo un enorme error que vas a lamentar.
“Va más allá del control a las armas. Eso para que los legisladores discutan. Mi esperanza es que la juventud comprenda lo terrible que es esta violencia. Cuando usan un arma contra alguien, están también arruinando sus propias vida. No vale la pena”, dice.
“En las peleas entre pandillas, todos sacan sus armas y comienzan a disparar, sin pensar, las balas vuelan. Luego, después de soltar toda la ira, vas a la cárcel por muchos, muchos años”.