Durante la última década, la población de EUA creció al segundo ritmo más lento desde 1790, cuando el gobierno comenzó empadronar a sus habitantes, informa el New York Times citando el reporte de las Oficinas del Censo.
Marca, “un notable debilitamiento impulsado por una desaceleración de la inmigración y una disminución de la tasa de natalidad”.
“Ello se traduce en cambios en el mapa político de la nación: la tendencia a largo plazo del sur y el oeste a ganar población, y la representación en el Congreso que la acompaña, a expensas del noreste y el medio oeste continuó, con Texas ganando dos escaños. y Florida uno, y Nueva York y Ohio perdiendo uno cada uno. California, líder durante mucho tiempo en el crecimiento de la población, perdió un escaño por primera vez en la historia”.
Los datos se utilizarán para redistribuir los escaños en el Congreso y, a su vez, en el Colegio Electoral, según los nuevos recuentos de población del estado. El recuento es fundamental para la asignación de miles de millones de dólares en fondos federales, así como para la totalidad de la planificación estatal y local — desde escuelas hasta vivienda y hospitales.
El resultado, según una nota en POLITICO, cuestiona el impacto de la población latina en EUA, que durante mucho tiempo se consideraba uno de los segmentos más dinámicos de la diversa población estadounidense.
Se anticipaba, dice la publicación, que la década de crecimiento en el Sur y Sureste (Sun Belt) parecía estar a punto de sacudir el nuevo poder político y que los estados de Texas, Florida y Arizona combinados obtendrían hasta seis escaños adicionales en la Cámara.
Pero las cifras oficiales de distribución publicadas el lunes enviaron solo tres nuevos escaños a esos tres estados, dos en Texas, uno en Florida y, quizás lo más sorprendente, ninguno en Arizona, generando “preocupaciones entre los políticos y activistas latinos que el Censo La Oficina, a pesar de años de advertencias y defensa, subestimó sus comunidades en esos estados predominantemente latinos”.
Los resultados del reparto tendrán una duración de 10 año y gupos latinos temen que cambiará el curso de la redistribución de distritos en esos estados.
Dado el clima anti inmigrante de la administración Trump, que dirigió el masivo proyecto, muchas personas sin documentos migratorios temían registrarse. Algunos estados inviertieron millones de dólares en campañas para instar a los residentes a completar el conteo del censo.
El iinforme del lunes es preliminar y se basaba únicamente en la población y los escaños en la Cámara, con información demográfica y datos geográficos más detallados que se publicarán a fines del verano.
