Mary Slosson, en un despacho de la Reuters del 23 de marzo, discute el caso de “Kony 2012”, el video viral que con 100 millones de visitas a YouTube batió todos los récords y logró capturar la atención de EUA y el mundo, iniciando desde las redes sociales y en las escuelas una campaña que prometía dimensiones históricas, solo para quedar semi paralizada con la descomposición pública del cineasta.
Jason Russell, productor y narrador del video, fue conducido por la policía a un hospital de California la semana pasada después de sufrir un episodio psicótico breve, que le llevó a correr desnudo por las calles de San Diego en plena luz del día.
El incidente desplazó la discusión sobre Kony a una sobre Russell, dice.
Ambas en proporciones gargantuanas.
Kony, acusado de aterrorizar el norte de Uganda hace años, es prófugo de la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra. Se le acusa de secuestrar a niños para utilizarlos como soldados y esclavos sexuales, además de tratarlos brutalmente, entre otras atrocidades cortándoles las extremidades.
Dice Reuters que el video producido por la organización Invisible Children fue atacado por presentar una realidad diferente a la actual en Uganda: la violencia se ha reducido; el ejército de Kony ha sido diezmado; éste se ha refugiado en un país vecino con unos 250 soldados; donde hace años hubo temor, hoy se ven brotes de esperanza.
Muchos, agrega, dicen que la campaña presenta Uganda desde una óptica neocolonial, africanos impotentes que necesitan a los blancos para que los rescaten de si mismos.
Aún así, logró concientizar al público de EUA sobre problemas en Africa.
Ahora, la Unión Africana ha movilizado una fuerza de 5,000 efectivos para buscarlo y capturarlo. El año pasado, EUA envío 100 asesores militares a Uganda, dice.
Respecto a Invisible Children, Reuters dice que no está claro qué va a suceder con la organización.
Han cerrado su oficina en el centro de San Diego, dice.
Sus altos directivos Laren Poole y Bobby Bailey y el CEO Ben Keesey se han negado a ser entrevistados, apunta.
No se sabe si tendrán lugar las acciones planeadas para el 20 de abril, cuando se iba a “hacer famoso a Kony” con afiches, pulseras y otros eventos que Invisible Children vendía.
Por otro lado, Danica, la esposa de Russell, ha dicho que su marido permanecerá en el hospital durante varias semanas y podría estar ausente de su trabajo en niños invisibles durante meses.
Lo que si queda claro, dijo un experto en comunicaciones a Reuters, es que cada vez que se escuche algo sobre Kony se va a pensar en Jason Russell corriendo desnudo por las calles de San Diego.
