Los empleados de una bodega de Amazon.com en Pennsylvania, EUA, han denunciado las condiciones de trabajo como un taller de explotación, donde las visitas a las salas de emergencia eran comunes por el calor sofocante que algunas veces superaba los 110 grados (43C) porque las puertas se mantenían cerradas, escribe Ryan Tate de Gawker al reseñar un extenso artículo en el Morning Call de Allentown Pennsylvania.
Con una crisis económica y cientos de aspirantes por cada plaza disponible, los empleados de Amazon reciben entre US$11 y US$12 la hora.
Tienen que sufrir condiciones similares a las del siglo 19, señala.
Pero tenían que sufrir el monitoreo constante de su productividad por una base de datos que escaneaba al minuto, dice.
Además, sus cuotas de producción se doblaban sin noticia previa, y muchos eran despedidos instantáneamente por acumular puntos de “desmérito”, los cuales emitía un computador, ya fuera porque reducían el ritmo o porque se vieran obligados a escapar el sofocante calor por breves instantes, agrega.
Tal era el calor, agrega Gawker, que Amazon llegó a contratar paramédicos que estaban afuera de la bodega (que permanecía cerrada) para ayudar a los empleados deshidratados o desmayados.
Apunta Gawker que el Morning Call entrevistó a 20 empleados que dijeron haber sufrido por el calor calambres, desmayos, mareos, visión turbia, hormigueo y entumecimiento de las piernas.
Este verano, dice, al menos 15 empleados fueron enviados a hospitales en ambulancias, y entre 20 y 30 más recibieron tratamiento médico en la misma bodega.
Un médico del servicio de emergencia llamó a OSHA (organismo gubernamental que monitorea la seguridad en los centros de trabajo) para reportar “un ambiente peligroso en una facilidad de Amazon en Fogelsville … En días recientes varios pacientes han llegado a nosotros con trastornos relacionados con el calor”.
Según Gawker, los empleados podían irse a casa, pero corrían el riesgo de perder sus puestos con los puntos de “desmérito”.
Dice que “Amazon y los administradores que contrató han presentado las excusas más ridículas por administrar un taller de explotación que empleados con años de labor en las bodegas describieron como el peor empleo que han tenido”.
