Las violentas pandillas de El Salvador, la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Mara 18 (M-18), alcanzaron un compromiso para reducir la violencia y han bajado el número de muertes atribuidos a la violencia pandillera, informó el Observador Global.
Dice que el obispo católico Fabio Colindres, capellán del ejército, quien afirmó haber efectuado personalmente la mediación, anunció en rueda prensa la semana pasada que “Los pandilleros adquirieron un compromiso de no matarse más, de bajar el índice delincuencial entre ellos, la iglesia solo ha mediado humanitariamente”.
Desde que se logró la tregua, el número de asesinatos ha bajado entre cuatro y cinco diarios, dice.
El obispo Colindres explicó que desde hace varias semanas vienen manteniendo encuentros con líderes de las dos maras, algunos de ellos están purgando penas de cárcel.
“Hemos querido mediar para que haya un entendimiento entre ellos, que no haya más agresión”, remarcó Colindres.
En El Salvador se registra un promedio diario de entre 13 y 14 asesinatos.
El gobierno salvadoreño ha señalado en repetidas ocasiones que las pandillas son responsables de al menos el 90% de las muertes que se registran en este país, uno de los más violentos de Centroamérica y del continente, y que la mayoría de las víctimas son miembros de esas agrupaciones, dice.
“Lo que piden a cambio de la tregua un trato más humanitario dentro de la cárcel”.
“Esto es algo bueno, esa voluntad por cambiar que han mostrado, creo que toda la sociedad debe unirse para que juntos encontremos una salida a esta situación de violencia”, resaltó el obispo.
Colindres comunicó a las autoridades de Justicia y Seguridad Pública el compromiso de los pandilleros de parar con la violencia y su petición de que les concedan mejores condiciones de reclusión en los atestados centros penales, sobre las cuales dijo que encontró “buena recepción”.
El sistema penitenciario salvadoreño, de una veintena de prisiones con capacidad para 9,000 reos, alberga en la actualidad 24,000 internos.
