Tercer debate¿Cuál metedura de pata fue peor para Donald J. Trump en el debate del 20 octubre? ¿Negarse a afirmar si aceptará a los resultados de la elección este 8 de noviembre, o llamar a Hillary Clinton “que mujer tan desagradable”?

Hasta ese punto degeneró el tercero y último debate presidenciales, uno en el que Hillary Clinton mantuvo su calma, hablando muchas veces sobre las interrupciones de Trump, quien a partir del minuto veinte fue perdiendo compostura y coherencia, repitiéndose a sí mismo, interrumpiendo, levantando la voz y haciendo una serie de ademanes y caras de frustración que, sin importar cuáles sean sus ideas, mostraron a un personaje volátil que cayó en las trampas.

Y trampas, o carnadas, fueron las que Hillary Clinton le tendió para salir victoriosa por tercera vez, según indicaron grupos de enfoque y encuestas inmediatas en varios noticieros.

Nicolle Wallace, quien ha trabajado para el presidente George W. Bush y para John McCain, dijo en NBC News que el negarse a decir si aceptará o no el resultado de una elección presidencial es lo “descalifica para la presidencia”. Otros afirman que cuestiona la fibra misma de la república. “Horrorizante”, dijo Hillary Clinton.

Por si fuera poco, hacia el final del debate, mientras los candidatos discutían los problemas que enfrenta el sistema de pensiones en EUA, Trump bajó a un nivel todavía más bajo.

Hillary Clinton que la manera de mantener a flote el sistema es aumentando los impuestos a los ricos del país. “Mi contribución aumentará, igual que la de Donald, eso es si él no logra encontrar la manera para evadirla”, dijo en clara referencia al hecho de que el milmillonario parece no haber pagado impuestos en décadas.

Interrumpe Trump: “¡Qué mujer tan desagradable!”.

El debate fue moderado por Chris Wallace de Fox News, un canal conocido por sus opiniones derechistas. Sin embargo, Wallace estuvo impecable en su manejo — severo pero equitativo. Dividió la hora y media en secciones de 15 minutos, con una pregunta que él formuló, dando 2 minutos a cada candidato para responder, y luego permitiendo un debate libre.

Trump comenzó bien durante la sección de la Corte Suprema, aunque sus descripciones de abortos al manifestar su oposición a este derecho constitucional, produjeron escalofríos entre muchos.

Pasados 20 minutos y hasta que cerró la noche, Trump era otra persona.