Nueva evidencia señala que tuvo lugar una irreparable injusticia en el caso de Cameron Todd Willingham, ejecutado por el estado de Texas en 2004 bajo cargos de incendiar su casa y asesinar a sus tres hijas, informa John Schwartz en el New York Times.
La condena de Willingham se basó en dos piezas de evidencia claves: la investigación sobre el incendio y el testimonio de un Johnny Webb, otro recluso que sirvió de informante para la fiscalía.
Según el Times, la evidencia del incendio ya ha sido desacreditada.
Se plantearon serias dudas sobre la calidad de los análisis y testimonios científicos — que no estaban a la altura de las normas de la ciencia — incluso en aquel momento. Pero el fiscal encargado del caso poco antes de la ejecución del Sr. Willingham argumentó que si bien el análisis sobre el incendio había sido puesto en duda, el testimonio del Sr. Webb debería ser suficiente para negar cualquier intento de indulto.
Ahora la credibilidad de Webb están siendo cuestionada ya que su testimonio podría haber sido obtenido a cambio por una reducción en su condena.
El caso es importante para los opositores de la pena capital, ya que puede ofrecer una prueba de que un hombre inocente fue asesinado por el gobierno.