Reproducimos con la amable autorización de su autor Steve LeVine, esta nota publicada en inglés originalmente en Axios bajo el Título “Trump Unwinds the 20th Century”. Provee un interesante análisis sobre la tempestiva época en que vivimos. Steve Levine, autor de varios libros, ha viajado y escrito ampliamente sobre la Antigua Unión Soviética, Paquistán, y las Filipinas.
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Mientras el presidente Trump se reúne con otros líderes de la OTAN en Bruselas, el telón de fondo es su papel en desgarrar el orden posterior a la Segunda Guerra Mundial.
El panorama general: Pero un futuro está tomando forma para los Estados Unidos del siglo XXI sin la existencia de muchas de las instituciones básicas que muchos han considerados avances clave del siglo XX.
Solo algunos de los elementos en estas aguas revueltas:
Sindicatos: Una aniquilación de 120 años del movimiento sindical, más recientemente con el fallo por la Corte Suprema el mes pasado que debilitó la financiación de las uniones públicas.
: En 2013, la Corte Suprema invalidó una parte clave de la Ley de Derechos Electorales, y el mes pasado la corte decidió que los condados pueden purgar de las listas de votantes a las personas que no votan regularmente.
Derechos de la mujer: Un objetivo conservador clave es la invalidación o el debilitamiento de Roe v. Wade, la decisión que en 1973 legalizó el aborto.
Orden internacional: Trump es parte de una ola de líderes que desafía el orden de la posguerra, establecido para evitar otra guerra mundial.
En el New York Times, Peter Bakercita a Curt Levey, presidente del Comité de Justicia, de orientación conservadora: La probabilidad de que Brett Kavanaugh sea confirmado como el próximo juez de la Corte Suprema, significará “un tribunal conservador realmente por primera vez desde la década de 1930”, dijo Levey.
Vale la pena señalar que uno de los principales legados de dicho tribunal fue el desmantelamiento de los componentes claves del New Deal [ver nota en Wikipedia], que estableció la Seguridad Social y otros programas sociales claves que forman parte del firmamento de EUA.
El aspecto internacional de este fenómeno preocupa a los aliados de EUA. Hoy y el jueves en Bruselas, Trump se reunirá con líderes de la OTAN desconcertados y preocupados por las andanadas en contra de la alianza militar occidental, compuesta por los aliados más cercanos de EUA en el planeta.
También les preocupa que tensiones similares han alcanzadoo al corazón de Europa — Polonia, Hungría, Rusia, Turquía e Italia — obligándolos a contemplar lo que podría reemplazar el orden actual.
País por país, los líderes occidentales y sus aliados están adoptando una postura que sugiere un regreso al sistema fundamental de 370 años de antigüedad que precedió a la Segunda Guerra Mundial.
Este brutal orden es conocido como el sistema de Westfalia, y más o menos dejó a los estados completamente por cuenta propia. Al adoptarlo hoy, efectivamente las naciones occidentales están rechazando los organismos colectivos que los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, liderados por EUA, establecieron con el objetivo de evitar para siempre otra catastrófica guerra global .
“Históricamente, las grandes potencias no han podido (incluso en su mayoría) mantener la paz”, afirma Matthew Burrows, un ex oficial de inteligencia estadounidense que ahora trabaja en el Atlantic Council. “Se tropiezan el uno contra el otro”.
Karen Harris, directora y gerente de Bain Macro Trends, dijo a Axios que al nuevo orden lo formarán EUA, Rusia y China: — “múltiples grandes potencias paralelas pujando entre sí otra en las dos nuevas fronteras, el ciberespacio y el espacio (real)”.Ello, dijo, “conducirá a un orden geopolítico más fragmentado y, por extensión, a un orden internacional de comercio y finanzas más fragmentado”.
Al fin de cuentas: El sistema de Westfalia significó que los estados se respetaron mutuamente y se comprometieron a no intervenir a través de las fronteras. Pero Richard Fontaine, presidente del Center for a New American Security, sugiere que Rusia ha establecido un ejemplo mediante el cual cada país actúa por sí mismo. “En algunos casos, algunos de estos líderes parecen querer un enfoque de ‘Westfalia para mí, pero no para ti’: no socaves mi soberanía, pero compéndeme si me siento obligado a socavar la tuya”.