Cuando el capitán Jeff Donahue de la policía en la turística Isla de Catalina, en California, supo que uno de los reos en su cárcel era un golfista profesional decidió aprovecharlo.
Golf es su pasión y siempre ha querido mejorarlo, parece.
Informa Robert Faturechi en LA Times que el capitán invitó a Jeff Carrillo, golfista profesional que purga una pena por robar entre otros objetos un anillo conmemorativo de la Serie Mundial de beísbol durante un torneo de caridad, a que le ayudara a mejorar su swing.
Carcelero recogió al presidiario, agrega LA Times y junticos bajaron al campo de la isla.
Presidiario vestía su uniforme de reo.
Ahí mismo tuvo lugar la lección.
Ahora Donahue está bajo investigación y ha obtenido una “ausencia médica”.
Carrillo, por su parte, no deja de elogiar al capitán, cuyo ejemplo debería emularse, dice.
Además, cree que con su lección logró ayudarle.
“Tiene un swing de la vieja guardia que es algo arriesgado, pero le pega cada vez. Yo le pondría un handicap de 15 o 15. No está mal”.
Foto cortesía de wodgie via flickr
