Un escándalo de enormes repercusiones políticas que puede afectar seriamente la campaña electoral en Francia acaba de estallar en el aeropuerto Kennedy de New York al arrestar la policía bajo sospechas de “ataque sexual” a Dominique Strauss-Kahn, actual director del Fondo Monetario Internacional y favorito como candidato presidencial socialista para las elecciones del 2012.
Informan Al Baker y Steven Erlanger en el New York Times que Strauss-Kahn fue retirado del avión minutos antes de que partiera para París, detenido por el ataque sexual de una empleada del hotel Sofitel en Manhattan.
Hasta el momento no se han formulado cargos, dicen.
Apuntan que Strauss-Kahn de 61 años se encontraba en la sección de primera clase cuando los detectives lo retiraron del vuelo. El arresto tuvo lugar a las 4:40 PM, mientras el avión esperaba permiso para despegar.
Se esperaba que sería el candidato del partido socialista para la presidencia de Francia.
El Times describe brevemente el incidente basado en conversaciones con la policía de Port Authority, “la empleada del hotel, una mujer de 32 años, entró a limpiar la habitación de Strauss-Kahn. El salió del baño totalmente desnudo y trató de atacarla sexualmente”.
La empleada se escapó, agrega, llamó a las autoridades, quienes al llegar encontraron que Strauss-Kahn se había ido.
Señala el Times que Strauss-Kahn había estado involucrado en un escándalo sexual anteriormente.
Explica el Times que Strauss-Kahn — quien estaba a punto de concluir su contrato de 3 años como gerente administrativo del Fondo Monetario Internacional — le llevaba la delantera al actual presidente de Francia Nicolas Sarkozy en las encuestas para la elección de mayo del 2012.
Aunque no había anunciado su candidatura, basándose en sus intentos de lograr la candidatura socialista en la elección pasada contra SégolèneRoyal, círculos políticos esperaban que se decidiera este verano, dijo.
“No importa en que concluya el arresto del sábado, es muy probable que lance al mundo político en un torbellino y al partido Socialista a una confusión vergonzosa”.
