Carlos F. Torres
Carlos F. Torres, Director El Molino Online

El informe del Senado de EUA sobre las torturas de la CIA desplazó brevemente de los titulares las protestas masivas contra la impunidad con que la policía del país ha matado a gente de color.

Brevemente.

Porque el fin de semana culminó con dos multitudinarias marchas — en Washington D.C., y en New York City — protestando la falta de cargos criminales contra los agentes blancos que mataron a los afroamericanos Michael Brown, en Missouri, y a Eric Garner, en New York City.

Estas dos protestas son dos más entre cientos de actividades que han tenido lugar en EUA — e internacionalmente — desde el verano pasado.

Marchas de ciudadanos con las manos en alto diciendo “Manos arriba no disparen”, “No puedo respirar”, y “Las vidas negras importan”; grupos de gente que se tira en las calles o en las tiendas en un “die-in” o simulacro de muerte, todo ello indica que aquí se está gestando un movimiento.

La diferencia entre un momento y un movimiento, nos dijo un veterano activista pro derechos civiles, es que el segundo puede cambiar la sociedad.

En cuanto al resumen ejecutivo del informe de las torturas de la CIA  (el reporte mismo se mantendrá clasificado por los siglos de los siglos), nada que envidiarle ni al salimos de los inquisidores medievales, ni a los nazis o los estalinistas.

Igual que siempre, la discusión de marcó por eufemismos (“rehidratación anal” en vez de violación), donde la palabra tortura se camufla.

Si no hubo claridad sobre lo que sucedió, ¿qué garantías tiene el público de que no volverá a suceder si ni siquiera se busca enjuiciar a los culpables que siguen en sus cargos?

Cualquiera diría que enjuiciar al poderoso es tabú para muchos sectores de EUA.

Carlos F. Torres
New York City, 
Diciembre 14, 2014

Torturas