¿Cómo conocer a fondo la multiforme capital francesa, más allá de sus postales de Montmartre y la Torre Eiffel? Algunas agencias especializadas comenzaron a ofrecer visitas diseñadas para descubrir esa otra ciudad que está detrás de su telón de luces
Hay preguntas difíciles de contestar. Una de ellas es: ¿Qué me aconsejas ver en París si tengo sólo un par de días? Y su variante: Ya vi los monumentos, esta vez me gustaría más vivir la ciudad por unos días, ¿qué me recomendás hacer?
Por suerte, están las guías, los diarios, los amigos, Internet, las revistas, los familiares que ya fueron. Sin embargo, al mismo tiempo el problema se vuelve cada vez más difícil de resolver porque cada uno agrega su recomendación o su consejo imperdible. Y la pregunta queda en el aire: ¿qué hacer cuando se quiere conocer algunas de las facetas menos transitadas de París y no sólo algunos sus monumentos? Por ejemplo aquella que se camina como en las películas de Julie Delpy, aquella que se elige al azar dando por descontado que conoceremos cada rincón adonde nos lleven nuestros pasos, aquella que se ve por la ventana de una casa de familia, viviendo una verdadera experiencia parisiense.
Una visita al cementerio
Hay un París para cada gusto. Y París se da todos los gustos… Es así como desde hace un tiempo existen muchas opciones novedosas, propuestas por especialistas, conferencistas o agencias. Son recorridos, visitas o caminatas para levantar el telón de monumentos y luces que cubre París y ver lo que hay detrás, la vida cotidiana que se multiplica en numerosas caras. Tantas y tan nuevas que algunas hasta incluyen cenas en casas de familia.
Entre todas las visitas temáticas que florecen hoy en París, la del Cementerio Père Lachaise logró destacarse y convertir a su creador, el guía Thierry Le Roi, en toda una figura del turismo local. Le Roi empezó llevando a unos pocos curiosos por los silenciosos caminos de la necrópolis: gracias a su conocimiento enciclopédico y su manera de presentar las tumbas de los famosos -con mucho humor y una buena dosis de teatralidad- el boca en boca le llevó rápidamente grupos cada vez más numerosos. Llamó su organización los Nécro-Romantiques, un juego de palabras que define a la perfección lo que hace y propone. El paseo tiene su toque de romanticismo en el mundo de viejas lápidas del cementerio. También lo tienen algunas de las numerosas historias que cuenta Le Roi, además de dar muchos detalles sobre el arte funerario. Es todo un experto en este campo -o mejor dicho camposanto.
Cómics y apaches
Como él, muchos otros guías armaron sus agencias en torno a ideas de paseos distintos y novedosos. Curiocités, por ejemplo, propone una caminata por el París…de la historieta. Difícil hacer algo más especializado: se recorren calles y se ven edificios que salieron de las viñetas dibujadas, el “noveno arte”. Los franceses podrán reconocer muchas referencias, desde clásicos como Alix hasta historietas más actuales. Para los extranjeros la atención se focaliza sobre todo en sobre Astérix el galo, que visitó Lutecia en varias ocasiones. En aquellos tiempos la ciudad se limitaba a la Isla de la Cité, o por lo menos así la dibujó Uderzo, pero ya tenía un tránsito muy pesado y era totalmente cosmopolita. Como los grupos que conforman estas caminatas.
Entrées Privilégiées en France, a pesar de su nombre pomposo (entradas privilegiadas a Francia) es otra agencia de caminatas especializadas. Fue creada por Catherine Loveland Aubin, una historiadora norteamericana que vive en París desde hace mucho tiempo. Sus visitas se organizan de día y de noche, por parques, jardines, negocios de anticuarios, talleres de artistas de Montmartre. Entre su abultado catálogo de paseos uno llama la atención: el muy gótico Underworld and police, que va tras los pasos del inframundo, de los apaches (así se llamaba a los chicos malos a principios de siglo XX), de los criminales, las brujas y los serial killers desde los tiempos del Rey Sol hasta el siglo pasado. Porque hay un París para cada gusto…
El cine y un beso histórico
Durante esta caminata no queda muy lejos la París sórdidamente medieval de El perfume de Patrick Süskind . En sus antípodas se encuentra la París de los perfumes, la capital de las fragrancias. No podían faltar entonces visitas temáticas, y es Détour des Sens la agencia encargada de proponerlas. Fue creada por Sylvie Béry-Daumin, que es por otra parte miembro de la Sociedad Francesa de Parfumeurs. Arma a pedido visitas a las casas, como se dice en la profesión, y hasta sesiones de coaching de perfumes.
De un sentido al otro, París entra también por los ojos. Y el cine lo supo aprovechar mejor que nadie, de modo que no podían faltar paseos para cinéfilos. En realidad hace tiempo que existen programas especiales sobre algunas de las películas más exitosas, como Amélie o el Código Da Vinci . La reciente película de Woody Allen, Medianoche en París , también generó su propio paseo. Ciné Balade y Awesome se especializaron en el género y tienen varias propuestas: desde clásicos hasta éxitos de hoy. Las caminatas, en el caso de Ciné Balade, son amenizadas por mini proyecciones de fragmentos de los films en el sitio mismo de su rodaje: más que la magia del cine, es la de los iPads que llevan los guías. Siguiendo la veta y el éxito de los circuitos vinculados con el cine, Photo Up hizo lo mismo pero con las fotos. Y en este caso la estrella absoluta es Robert Doisneau. Se camina por los lugares donde sacó sus fotos de París en blanco y negro, que se convirtieron en clásicos de postales y afiches a lo largo del tiempo. El momento más esperado llega sobre la plaza del Ayuntamiento, para verlo desde el mismo ángulo donde fue tomada aquella que quedó quizás como su obra más famosa: El beso del Hôtel de Ville .
Otra imagen famosa de París que recorrió el mundo es la de la Libertad guiando al pueblo. Es una obra del París revolucionario de Eugène Delacroix. Es en pos de este espíritu revolucionario de la ciudad que el Rallye Révolutionnaire Parisien organiza sus visitas temáticas y participativas. Entre búsqueda del tesoro con indicios y visita con guías en traje de época, se ayuda a un sans-culotte (así se llamaban los revolucionarios de 1789) a recorrer varios lugares de París vinculados con la Revolución Francesa, gracias a una hoja de ruta con pistas. Se aprende mucho, se divierte otro tanto y es de lejos la manera más fascinante de visitar la ciudad de un modo distinto. La misma sociedad histórica organiza paseos en mateo, con un guía vestido de revolucionario.
Un beso histórico
Más clásicos, a la manera de los Eternautas porteños que ofrecen paseos interpretativos históricos, Passeurs d’Histoire organiza caminatas comentadas inspiradas en la vida de personajes emblemáticos.
Hay también paseos temáticos en torno a la moda, el arte contemporáneo, las nuevas tendencias en diseño. Existe una excursión, que se renueva cada mes y que lleva a boutiques, showrooms, espacios temporarios, exposiciones, hoteles, eventos. Se llama Quoi de Neuf à Paris? (¿Qué hay de nuevo en París?). Podría haber sido el titulo de esta nota. O parte de la repuesta a las preguntas que fueron nuestro punto de partida. Siempre hay algo nuevo en París, y mucho de lo viejo todavía por conocer. Y últimamente, lo nuevo es conocer lo viejo de otra manera, viviendo encuentros cercanos con la ciudad y sus habitantes.
París à table
La agencia VoulezVousDîner da un paso más allá en esto de los tours temáticos por París y organiza directamente cenas en casas particulares. Entre las entradas y el café, se pueden crear nuevas amistades entre los comensales, porque el objetivo supera a la simple excursión gastronómica y se convierte en una inmersión singular en la ciudad a través de la familia anfitriona.
Meeting the French va más lejos todavía. Además de organizar cenas entre particulares y turistas, prepara verdaderos safaris gastronómicos en panaderías, mercados, queserías, fiambrerías. Otra opción es la de French for a Day, que prolonga la experiencia con clases de cocina.
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Foto cortesía Moyan Brenn via flickr
