¿Ha pensado alguna vez en el terror de ser sepultado en vida? Un tema parecido lo aborda Rodrigo Cortés en Buried (sepultado), la película de suspenso que trata de las angustias de un estadounidense en Iraq secuestrado y mantenido en un ataúd, con solo un teléfono celular y unas cuantas fuentes de luz. Se comunica por teléfono con varias personas.

Filmado en tiempo real, iluminado con un encendedor Zippo, el suspenso se mantiene a lo largo de los 90 minutos gracias a la impresionante actuación de Ryan Reynolds y los ángulos de la cámara. Fue presentada en el Festival Sundance en Enero de 2010.