Por lo que alcanzamos a ver del reporte de la Associated Press, José Uilson Santos se creía un tipo muy divertido que había encontrado una manera fácil de burlarse de la sociedad: llamando al número de emergencia y reportando un incendio u otra situación de vida o muerte que él mismo se inventaba.

Lo imaginamos carcajeándose mientras ambulancias o bomberos de Aracaju, en el estado brasileño de Sergipe, corrían al sitio para encontrar que nuevamente habían sido objeto de una broma. El chiste se repitió a lo largo de dos años y, según las autoridades, ¡más de 200,000 veces!

Tardaron tanto en encontrar al irresponsable porque hablaba rápido y lllamaba desde teléfonos celulares robados, registrados a nombre de otra persona. Finalmente lo alcanzaron las garras de la justicia, mientras reportaba un incendio ficticio. Ahora enfrenta cargos criminales.

Podría recibir hasta seis años en la cárcel, período durante el cual estamos seguros que matará el tiempo recordándose de sus travesuras: a veces reirá y otras llorará.

Artículo en inglés

Foto cortesía de chrishuggins via flickr