Mientras que en EUA los titulares discuten sanciones a Irán combinadas con una incrementada presencia militar en el Golfo de Ormuz como una señal de la oposición de EUA a la política nuclear del régimen de Teherán, tras bambalinas tiene lugar un diálogo más sutil entre ambas naciones que buscan una solución diplomática a la crisis, escribe Reva Bhalia en la revista de inteligencia Stratfor.
Un objetivo clave de esta diplomacia, dice Stratfor, es encontrar un acuerdo que permita “salvar cara” a ambos actores en este drama de más de una década.
Teherán expuso sus puntos claves en un editorial en la publicación The National Interest, firmado por Mohammad Ali Shabani y Seyed Hossein Mousavian, altos funcionarios del gobierno. Según Stratfor son los siguientes:
- EUA e Irán deben seguir las negociaciones.
- Las sanciones afectan económicamente a Irán pero no paralizan su comercio.
- Irán no tiene certeza de que un acuerdo bilateral con EUA seguirá en pie con la nueva administración que tome el poder en noviembre.
- EUA debe abandonar cualquier política que persiga el cambio de régimen en Teherán.
- A Washington le quedan pocas opciones fuera de una intervención militar, lo cual es poco probable.
- Irán puede aumentar significativamente la presión sobre EUA, por ejemplo amenazando la seguridad del estrecho de Ormuz.
Lo más importante del mensaje, continúa Stratfor, podría ser la frase, “La República Islámica está dispuesta a acceder a una solución que salve cara a cambio de las cartas que ha acumlado en los últimos años”.
Señal de interés por parte de EUA: dice Stratfor que el jefe de la fuerza naval de EUA, el almirante Jonathan W. Greenert indicó que la marina de Irán “ha sido profesional y cortés” con los navíos de EUA en el Golfo Pérsico.
En años anteriores, embarcaciones de velocidad iraníes habían hostigado a los estadounidenses, recuerda.
Hay líneas rojas, dice Stratfor, claramente definidas por ambos países.
“Irán esgrime el espectro de clausurar el estrecho de Ormuz o detonar un dispositivo nuclear. EUA moviliza sus barcos al Golfo Pérsico para recordarle las posibilidades de un ataque militar. Ambos recuerdan al otro sobre sus respectivas líneas rojas y, sin embargo, ninguno se acerca porque las consecuencias de cruzarlas son simplemente demasiado graves”.
La situación exige un tipo de arreglo, dice, que se viene buscando por años.
Clave en las negociaciones es Iraq, país que para Irán ha un flanco occidental vulnerable y, a la vez, entrada al petróleo árabe.
“EUA ha intentado mantener una presencia en Irak, pero no cabe duda de que Irak ahora es una esfera de influencia iraní. Con Irak prácticamente cedido a Irán, el resto de las negociaciones se reduce en gran parte a asuntos atmosféricos”.
EUA quisiera que Irán abandone sus ambiciones nucleares, dice Stratfor, y mantendrá sus esfuerzos por obstaculizar el programa. “Sin embargo un Irán nuclear puede tolerarse siempre y cuando Washington y Teherán lleguen a un acuerdo que permita el flujo de crudo a través del estrecho”.
Todo es negociable: desde las sanciones, hasta la ayuda militar clandestina a los rebeldes sirios al programa nuclear, apunta.
Aunque las elecciones de noviembre pueden cambiar las cosas, el sendero que ambos persiguen es una manera de salvar cara ante sus respectivos constituyentes y así EUA puede concentrarse en áreas fuera del Medio Oriente.