El alpinista Rodney Hogg descubrió al conquistar el Everest el cuerpo congelado de su viejo amigo, Peter Kinloch de 28 años de edad, que murió congelado y de agotamiento por el mismo camino unos meses antes, informó The Mirror.
“Estaba acostado, su cuerpo se conserva impecable por el hielo”
“Cuando lo vi supe al instante que era él. Podía ver su rostro. Era como si estuviera tendido de espaldas tomando un descanso.”
Kinloch estaba intentando el “Desafío de las Siete Cumbres” para subir el pico más alto de cada continente. Conquistó el Everest, el más alto de todos en junio pasado, pero el mal tiempo dificultó su descenso. A pesar de los esfuerzos de su sherpa (guía), murió.
Antes de embarcarse en su propio ascenso, los padres de Kinloch le habían pedido a Hogg que recuperara la cámara de su hijo si él lo encontrara. Lamentablemente, Kinloch estaba fuera de su alcance.
“Los sherpas hicieron todo lo posible. Antes de morir Peter, lo agarraron a una línea fija en la ladera de la montaña, por lo que es probable que su cuerpo permanezca allí para siempre a menos que se corte libre”.
Hay aproximadamente 200 cadáveres en el camino a la cima del Everest, algunos llevan 50 años. A muchos de ellos se les da nombres como “El botas verdes” y son puntosreconocibles. No pueden ser recuperados porque los helicópteros no pueden funcionar de manera segura a esa altura. Aquí hay fotos de “El botas verdes”.
