Los soldados de EUA que murieron al ser derribado un helicóptero el 6 de agosto tenían como objetivo reforzar otras tropas en combate en Afganistán.
Cumplían, escriben David Ariosto y Barbara Star para CNN, de una misión de reacción rápida, para apoyar otro destacamento trabado en intenso combate con los insurgentes de los talibanes.
De las 30 bajas estadounidenses, 25 eran de los Navy SEALs, considerados la mejor fuerza élite de EUA.
También murieron siete soldados afganos.
Agrega que la mayoría de los SEALs abatidos pertenecían a SEALs Team 6, la misma unidad que condujo la redada contra Osama bin Laden en mayo, aunque no eran los mismos soldados.
El presidente Barack Obama señaló que “es un recordatorio de los extraordinarios sacrificios que realizan los hombres y mujeres de nuestro ejército y sus familias, incluyendo todos los que han prestado su servicio en Afganistán”.
Un funcionario militar dijo que creía que los insurgentes tumbaron el helicóptero Chinook CH-47 en que viajaban. El Chinook CH-47 es la “mula de trabajo” de las fuerzas de la coalición en Afganistán.
Según CNN, hay 150,000 fuerzas de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia de Seguridad) en Afganistán, de los cuales casi 100,000 son de los EUA, siendo esta la mayor presencia de la OTAN en la región desde el 2001, cuando comenzó la intervención.
Foto cortesía isafmedia via flickr
