El posible uso de anfetaminas por parte de Donald J. Trump, presunto candidato republicano a la presidencia de EUA, es el tema de una columna en Gawker que firma Ashley Feinberg.
Es un rumor que ha vuelto a circular, explica.
Es decir, que no es la primera vez que se habla de la afición por el milmillonario hacia los estimulantes, en forma de píldoras dietéticas.
Los rumores del gusto de Trump por los estimulantes comenzaron en 1992, en un reportaje de la revista Spy. Escribió, “¿Te has preguntado alguna vez por qué Donald Trum actúa de manera tan extraña a veces, lleno de energía maniática, a veces paranoíco, charlatán? Pues sucede que fue un paciente del doctor [Joseph] Greenberg entre1982 y 1985″. El doctor Greenbarg tenía fama de prescribir estimulantes a cualquiera que pudiera pagarle.
In 1993, Harry Hurt’s escribió una biografía de Trump, Lost Tycoon (El millonario perdido)
Las píldoras dietéticas que [Trump] tomó no sólo frenan su apetito, pero le llenan de una sensación de euforia y energía ilimitada. Según advertencias médicas, pueden resultar algunos efectos secundarios potencialmente peligrosos del uso a largo plazo; que incluyen la ansiedad, el insomnio y los delirios de grandeza. De acuerdo con varios expertos de la Organización Trump, Donald exhibió todos estos ominisos síntomas …”
Gawker intentó infructuosamente obtener un comentario de la campaña sobre el asunto.
Artículo en inglés
