El presidente Donald Trump, en un intento por contrarrestar los reportes de que se encuentra escondido en un búnker, optó por producir el lunes una serie de fotos y videos, posando frente a una iglesia capitalina, con la biblia en la mano.

Muchos consideran que las imágenes son más propias del autoritarismo, en un frágil momento en que la democracia de EUA — ese sistema que predican y pregonan por todo el mundo — se encuentra en serios apuros con la nación sacudida por manifestaciones y disturbios contra el racismo policial a lo largo y ancho del país.

Para obtener sus fotos, Trump tuvo primero que barrer a los manifestantes pacíficos frente a la Casa Blanca. Para ello se valieron de gases lacrimógenos y balas de goma. Luego, usando palabras código de la derecha, dijo que el es el Presidente de “la ley y el orden”.

Acto seguido, en uno de los momentos más extraños en la historia presidencial moderna, cruzó el parque para pararse frente a una conocida icónica para posar con la foto.

El Obispo de la capital denunció al presidente por hacerlo, señalando que medidas como estas son la antítesis de las enseñanzas de Cristo.

Fue un momento de vanidad y bravuconería, un espectáculo orquestado para las cámaras y transparentemente político.

Trump, quien busca ser reeligido en medio de una pandemia que ha causado más de 100 mil muertes y una economía trancada, no ha podido controlar el estallido social que siguió el asesinato de George Floyd. Quiere, además, encubrir su falta de liderazgo durante la pandemia de Coronavirus.

Durante la noche, la cuenta oficial de Twitter de la Casa Blanca colgó un video triunfal del momento con música, omitiendo cualquier indicio del caos desatado contra los manifestantes.

Trump parecía estar tratando de proyectar fuerza en un momento en que su presidencia pierde control. Si algo así ocurriera en el extranjero y no en la Casa Blanca, los estadounidenses lo denunciarían como un burdo intento de engañar a la gente.

Veinte minutos antes de las 7 p.m entró en vigencia el toque de queda y momentos después de que el Fiscal General William Barr observara la línea de policía cerca de la Casa Blanca, las fuerzas del orden federales lanzaron gases lacrimógenos contra una multitud pacífica mientras los manifestantes levantaban la mano y gritaban: “No disparen”.

Por otro lado, se hizo público que grupos de supremacistas blancos han estado instigando la violencia — algo de ocurrencia frecuencia en la política mundial.

Una cuenta falsa de Twitter que se presentó como parte del movimiento Antifa fue suspendida después de compartir un tweet que incitó a la violencia. Vinculada al grupo nacionalista blanco Identity Evropa, la cuenta también violó la política de manipulación de plataformas y spam de Twitter, que incluye disposiciones contra la creación de cuentas falsas.

El tuit violento decía: “Esta noche es la noche, camaradas esta noche decimos ‘F — The City’ y nos dirigimos a las áreas residenciales … las capuchas blancas … y tomamos lo que es nuestro …” Identidad que Evropa ha sido vinculado a cuentas falsas anteriores que compartieron retórica de odio en Twitter.

El esfuerzo de incitar a la violencia por parte de Identity Evropa se produjo en medio de una avalancha de información errónea en Twitter el domingo por la noche, cuando varios hashtags se extendieron por todo el mundo que afirmaban falsamente que los manifestantes en Washington, D.C., estaban siendo silenciados por un apagón secreto de Internet. En respuesta a la información falsa, Twitter suspendió cientos de cuentas y está llevando a cabo una investigación sobre la propagación de los hashtags.

De un lado al otro del mundo, centenas de miles de personas se han manifestado en repudio al racismo de EUA, usand como consignas el nombre de George Floyd, y sus últimas palabras “No puedo respirar”, pronunciadas bajo la rodilla de un policía en Minneapolis. 

Trump ha amenazado con usar la Ley de Insurrección de 1807 para usar tropas del gobierno contra su propia gente.