Abogados de Trump pensaban que sería un aliado, aparentemente no hubo tal

“Este no es un caso penal. El demandante tiene la carga de establecer su derecho a la reparación”, dijo el Juez Federal asignado como veedor especial de los documentos secretos incautados por el FBI en la residencia de Donald Trump en Mar-a-Lago, estado de la Florida.

Solicitado por la defensa y con el visto bueno de la Juez federal Aileen Cannon (que el mismo expresidente había nombrado) el Juez Raymond Dearie en la opinión de la defensa de Trump parecía ser la ficha perfecta para ayudar a dilatar la investigación.

Trump parece haber apostado que Deary procedería paulatinamnete. Pero en la primer audiencia del 20 de septiembre, el borrador del plan del juez para la revisión de documentos prevé que el “proceso de inspección y etiquetado” se complete para el 7 de octubre — menos de tres semanas.

Ello podría potencialmente mantener la historia en titulares durante un tramo electoral final en el que normalmente el Departamento de Justicia oscurecería las investigaciones políticamente delicadas.

Ha sido, en opinión de la plataforma Axios, un grave error de cálculo político.

Los abogados y asesores de Trump creían que el papel del juez Raymond Dearie en FISA, el tribunal secreto que aprobó las controvertidas órdenes de arresto utilizadas para vigilar al existente de campaña de Trump, Carter Page, habían tal tornado al juez en un profundo escéptico del FBI.

En este caso, sin embargo, el juez ha dejado claro tras la audiencia del 20 de septiembre es que sus siete años en la corte FISA le han dado una comprensión profunda de los controles de clasificación y la importancia de los secretos de la nación.

Dearie presionó repetidamente a los abogados de Trump para que proporcionaran pruebas de las afirmaciones del expresidente en el sentido que los documentos han sido desclasificados, las cuales el expresidente ha repetido en las redes sociales, pero jamás en los tribunales.

Los abogados de Trump se han negado a hacerlo porque ello podría divulgar un argumento potencial de defensa en caso de que fuera imputado.

Dearie no se tragó la carnada. Dijo, “Lo que Uds quieren es tener su torta y comunérsela”.

No fue un día nada bueno para Trump.

Análisis en inglés en Axios