Tara Palmeri del New York Post los llama, “Aquellos del 1% que son 1oo% despreciables” y se refiere a una práctica que emplean las mamás millonarias de Manhattan para que sus hijos no tengan que hacer cola en Disney World.
Contratan gente discapacitada.
Disney, dice el Post, permite que las personas discapacitadas y hasta seis de sus invitados entren a las diversiones del parque sin tener que hacer cola como el resto del mundo.
Dice la agencia Dream Tours cobra US$130 la hora o US$1,040 las ocho horas para que una persona en un carrito motorizado, con un letrero que dice ‘Handicapped’, les acompañe y dé acceso por una puerta auxiliar.
“Que los demás niños esperen dos horas y media”, dijo una orgullosa madre. “Los míos entraron en un minuto”.
Como dice el Post, 100% despreciables.
