Ante aplausos y el vitoreo de espectadores, activistas antirracistas en Richmond, Virginia, han tumbado la estatua de Jefferson Davis, presidente de los estados esclavistas que se rebelaron contra la Unión Americana.
Richmond es fue la capital de los llamados Estados Confederados durante la guerra civil de 1861-1865, el lado que perdió la guerra. Esta estatua, igual que otros muchas en los estados derrotados, fueron construidas a finales del Siglo XIX principios del Siglo XX para glorificar las ideas racistas contra la población afro de esa región.
Fueron parte integral del proceso de apartheid que intentó robar a la población toda conquista social y política obtenida durante la guerra civil.
Explica John F. Harris en POLITICO, “Las estatuas […] fueron erigidas en la capital de la Confederación a fines del siglo XIX y principios del XX por personas que eran la definición misma de reaccionarios. Esa generación de líderes cívicos creía en la ficción de la Causa Perdida. Su campaña buscó negar la centralidad de la esclavitud a la Guerra Civil y rehabilitar la reputación de los líderes confederados como figuras trágicas pero honorables”.
(La Causa Perdida niega que el esclavismo fuera el eje fundamental de los estados del sur y sostiene que la guerra fue cuestión una defensa del estilo de vida bucólico del sur).
La estatua fue derribada durante la noche del miércoles y las imágenes muestran a los manifestantes celebrando y bailando mientras era remolcada desde la famosa Avenida de los Monumentos de la ciudad.
Mientras tanto, a unos 80 kilómetros de distancia en Portsmouth, los manifestantes decapitaron y luego derribaron cuatro estatuas de otros monumento confederado.
Otras estatuas están por caer, o por retirarse fuera de los espacios públicos.
Igual pasa con la bandera roja de barras y estrellas azules, la del ejército de Virginia derrotado en Gettysburg, y símbolo del racismo sureño. No ondeará más en muchos incluyendo NASCAR, la asociación de autos de carreas, y ha sido prohibad en los cuarteles de los Marines y en la Marina de EUA.
Todo esto producto de las movilizaciones antirracistas que se dispararon por el asesinato a manos de un policía de George Floyd. Las protestas no han parado. Los principales medios cubrieron de comienzo a fin las exequias fúnebres del hombre salvaje ejecución el mundo ha presenciado gracias a que el crimen fue grabado en la cámara de un teléfono.
Siguen haciéndose públicos video de asesinatos de ciudadanos negros y latinos por parte de las autoridades, que según datos del Washington Post mata un promedio de 1,000 personas cada año desde 2015.
La policía de Tulsa ha revelado imágenes de las cámaras corporales de dos oficiales que arrestaron a un adolescente negro y esposaron a otro por cruzar la calle sin observar la señal el otros.
Los videos fueron publicados en respuesta a mensajes de la comunidad en las redes sociales sobre el arresto, dijo la policía. Los videos del incidente del 4 de junio, muestran a los dos adolescentes caminando juntos en el medio de una carretera antes de que los paren dos policías, informa CNN.
Un oficial obligando a un adolescente a ponerse boca abajo para esposarlo, mientras lo sujeta con los brazos y las rodillas. El segundo adolescente también está esposado, pero no lucha y permanece de pie.
El moviento contra el racismo y la brutalidad policial en EUA sigue cobrando fuerza bajo el nombre Black Lives Matter. Ya una amplia gama de fuerzas sociales ha expresado su apoyo — desde políticos a sindicatos, universidades, organizaciones de deportes muchas otros fuerzas sociales.
Una de las demandas es detener la impunidad policial — algunos como en Minneapolis quieren cortar los fondos, otros buscan hacer públicos los casos de abusos. Es otra discusión más que se inició a raíz de la muerte de George Floyd y que se libra tanto en las calles con manifestaciones casi a diario como a niveles de gobierno.
Diversas encuestas de opinión indican que la mayoría del país apoya este proceso. La lucha contra el racismo está comenzando a concientizar a muchos de las desigualdades económicas, que cada día afectan más a todos los trabajadores.
Por su parte el presidente Trump y sus partidario acusan a los movimientos antirracistas de anarquismo, extremismo de izquierda, y ser infiltrados de enemigo de EUA.
Mientras tanto, en el barrio de Capitol Hill, en Seattle, los habitantes han expulsado a la policía y viven allí ya por más de una semana. Trump ha amenazado con invadirlos.
