Tras años de investigaciones por parte de auditores del Departamento de Defensa de EUA, se ha llegado a la conclusión que los US$6,600,000,000 en efectivo que desaparecieron en Iraq en el 2004 fueron robados, escribe Paul Richter en Los Angeles Times.
El que se haya esfumado tal suma es vergonzoso para el Pentágono, dice. Pero, además, ha sido objeto de disputas entre Washington y Bagdad, con los iraquíes amenazando con llevar al caso a los tribunales ya que este dinero provenía de ventas de petróleo iraquí, igual que de fondos del programa de Dinero- por-petróleo de la ONU.
Dice que con el comienzo de la invasión en el 2003, EUA inició el envío de aviones Hercules C130 llenos de efectivo. Se realizaron 20 vuelos, transportando unos US$12 mil millones de dólares empacados en plásticos en mayo del 2004.
Pero las cuentas que hizo el Pentágono nunca fueron muy estrictas, dice. Funcionarios militares siguen asegurando que podrían haber ubicado el dinero si se le hubiera dado suficiente tiempo.
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