Según el libreto, el lunes era el día en comenzaría una energética gira por 17 lugares en Iowa para lanzar la campaña de Newt Gingrich por la nonimación del partido republicano. En vez, recibió una patada en la cara, escribe Kendra Marr en primera plana de Politico.
Su lanzamiento abortó, continúa, a raíz de los comentarios del candidato en un programa de televisión denunciando los intentos del congreso republicano de reformar Medicare, el sistema de medicina subsidiada por el gobierno. Lo llamó “ingeniería social de derecha”, dice, comparándolo a la “ingeniería social de izquierda”, que es el plan de reforma de la salud implementado por el presidente Obama en el 2010 y uno de los puntos que los republicanos consideran podría ganarles la elección del 2112.
Desde hace ya algún tiempo, New Gingrich venía coqueteando con la idea de postularse para la candidatura de su partido. El consenso es que su peor enemigo era él mismo. El antiguo presidente de la cámara de representantes, destacado en el movimiento conservador, fue un arquitecto en el proceso que enjuició a Bill Clinton, ha ganado a través de los años la reputación de ser un personaje inestable, que se contradice constantemente que muestra una carencia total de tacto político. Tres matrimonios y situaciones de infidelidad son parte de su bagage político.
Sus comentarios fueron recibidos a patadas, tanto por congresistas y políticos republicanos y conservadores, como comentaristas de radio y televisión, blogueros igual que el público que asistió a sus presentaciones, agrega Politico.
Ahora tratar de arreglar el desastre que él mismo creó. “El nuevo Newt parecía mucho al antiguo Newt, donde su visión de fondo para un sistema de la salud del siglo 21 fue ahogada en un momento de indisciplina”, dice.
Foto cortesía de markn3tel via flickr
