Respetuosos del tribunal italiano que ayer puso en libertad a quienes durante 4 años ellos consideraban los asesinos de su hija Meredith Kercher, los familiares de la joven víctima dicen que piensan esperar a estudiar el razonamiento de los jueces antes de decidir si cambian de parecer sobre lo que aconteció aquella fatídica noche del 2007 que cambió para siempre sus vidas.
En Perugia, Italia, a cortas horas de escuchar el veredicto y todavía sacudidos por su nueva realidad, se sentaron a conversar con Barbie Latza Nadeau de Daily Beast, autora de “Angel Face, the true story of student killer Amanda Fox“.
Stephanie, herman de “Nos parece que había mucho más que el ADN” dijo Stephanie, hermana de la asesinada, quien había escrito en una nota al juez que, “En estas semanas pasadas hemos quedado seriamente ansiosos y muy consternados sobre las noticias respecto a los hallazgos iniciales de ADN. Es extremadamente difícil comprender cómo los resultados que fueron obtenidos con tanto emero y presentados como válidos en el primer juicio pueden ahora presentarse como irrelevantes”.
Agrega que sufre la familia de “Una llaga abierta que no logrará sanar hasta saber que fue lo que realmente le pasó a Meredith”.
Apunta que siguen creyendo en el caso que presentó la fiscalía — que culpó a Rudy Guede, Amanda Knox y Raffaelle Solecito de juntos haber matado a la joven.
“Cualquier cosa es posible, y era lo que teníamos”, dijo Lyle, hermano. “Necesitábamos creer porque de otra manera estaríamos arrancando del aire nosotros mismos una teoría”.
Agrega que el tono marcadamente favorable de los medios hacia Knox de las semanas reciente ha sido particularmente doloroso. “Hasta que no salga la verdad, no podremos perdonar porque nadie ha admitido haber cometido el crimen”.
El dolor no termina para esta familia dice, y este fallo solo lo ha prolongado aún más. “No hemos tenido el tiempo para llorarla como es debido. Ha sido un día muy difícil pero aceptamos la decisión y respetamos la corte. Pero ahora nos hemos quedado mirando a esto nuevamente. Estamos de vuelta donde comenzamos”, concluye el hermano.
Dice que
