Para la navidad de 1930, Elsa Walter, ciudadana alemana de 32 años residente en Karlshruhe, Bahen, el sudeste alemán, obsequió a Adolfo Hitler un cuaderno con una carta de 80 páginas bajo el título, “La mujer alemana”.
Elsa Walter era soltera, de clase media, víctima de la inflación que le había borrado sus ahorros. Era la militante No 358,061 del partido Nacional Socialista, o Nazi, del cual Hitler era líder máximo.
El libro ha sido publicado recientemente como parte de la colección “Letters to Hitler”.
Aquí, traducción de El Molino, presentamos el prólogo y la parte final del documento de 80 páginas, que presentan un vistazo a la mente de la época.
Qué es lo que aflige a nuestra querida patria? En particular sus mujeres, y una mujer es el alma de la casa y del país. Es por eso que el alma de nuestro pueblo está sufriendo, ya que la mayor parte de las mujeres alemanas ha abandonado el sitio que deben ocupar por órdenes divinas.
La mujer es para complementar el hombre, para relajarle, en cuya naturaleza se puede refrescar y elevar su corazón y mente después de las luchas y los esfuerzos de la vida cotidiana, con el amor más profundo y el respeto.
La mujer debe apoyarse en el hombre como su protector y guardián fuerte en la dura batalla de la vida, debe estar llena de devoción como su esposa y la madre de sus hijos. Ese es el llamado divino de la mujer; apartarse de este camino resulta en un abandono de su propósito más esencial.
Innumerables mujeres de “hoy” consideran que su tarea más esencial, algo obsoleto que descartan con un gesto de la mano y una sonrisa de desaprobación, y compiten on los hombres en todas las áreas, ciegas ante el hecho de que es precisamente la mujer vulnerable, llena de gracia, lo que el hombre halla atractivo.
La mayoría de las mujeres y las niñas de “hoy” caen en el ajetreo y el bullicio, se dejan llevar por la locura ciega, nerviosa y exaltada, en lugar de ser un refugio de reposo para el hombre que se esfuerza.
La chica atlética moderna no debe seguir siendo el modelo alemán para las mujeres, la fuerza de la mujer debe residir en el alma no en los músculos!
[….]
Ahora, al concluir estas páginas me gustaría poner de relieve las deficiencias en la nación tal como las ve una mujer alemana.
No voy a entrar en detalles exhaustivos, porque la lucha es cosa de hombres, mientras que el amor y el cuidado son de una mujer. Pero podemos dejar saber a los hombres cómo vemos las cosas.
Hoy se habla mucho acerca de las cuestiones salariales y por lo tanto sería bueno dejar en claro lo que es un país pobre puede hacer en este sentido. Creo que se podría establecer un salario mínimo y un salario máximo que corresponden a las condiciones actuales, por ejemplo, entre 300 y 900 marcos por un funcionario del gobierno matrimonial, y la mitad para un funcionario soltero, esto fue posible en épocas anteriores, en el mejor y veces también más modestos, ¿por qué no hoy, cuando la gente está necesitada.
Ahora respecto a las fábricas. Como han dicho experimentados capataces y trabajadores, la introducción del sistema americano es uno de los peores males. Trabajo sobre una línea de montaje gobernada por el teórico cronómietro es un trabajo desalmado, que produce trabajo sin calidad. Vamos a eliminar el sistema americano de nuestras fábricas y hacer un trabajo de calidad alemán con el alma, la laboriosidad, la alegría – y hacerlo con precisión -, porque nuevamente somos alemanes y estamos produciendo mercancías que son presentables.
Es bueno utilizar la tecnología para ayudar a la humanidad, pero no debe gobernar sobre ellos, ni privar de pan a muchos, porque entonces la tecnología ha dejado de ser una bendición. Pierde el alma.
Por lo tanto la artesanía, sobre todo, un trabajo de calidad alemán. Que sea la reputación de obra alemana en todo el mundo. Respecto a la pobreza de la fuerza laboral de hoy, se trata precisamente del poder excesivo de la tecnología y la necesidad de los desempleados. Pero la socialdemocracia, que dice favorecer en primer lugar al trabajador, ha tenido doce años sin lograr encontrar una solución a este problema del desempleo generalizado.
Poner fin al sistema americano, un año de servicio de trabajo para los jóvenes, prohibir a las personas tener dos puestos de trabajo, dar a los hombres la prioridad para el empleo, edad de la jubilación a los sesenta de los trabajadores o funcionarios del gobierno, y luego ya veremos cuántas personas siguen desempleadas”.
Gracias: Huffington Post
