Esperanza para lo que todos lo perdieron; terror para quienes impusieron las políticas de austeridad que en los últimos cinco años han causado pobreza y sufrimiento desmesurados en Grecia.
Eso podría resumir las reacciones que la aplastante victoria de los radicales de izquierda en el partido Syriza que le dio 149 escaños en el parlamento griego. Para el lunes ya anunciaba Alexis Tsipras que la agrupación — partidarios del llamado ‘socialismo democrático’, ecologistas de izquierda, maoístas, trotskistas y eurocomunistas, además de euroescépticos — había formado una coalición con el partido de derecha y anti Euro Independencia que le permitiría gobernar.
La prioridad para el nuevo Primer Ministro será una salida de los planes de austeridad impuestos por Alemania y Bruselas para la deuda de Grecia.
Tsipras, a lo largo de su campaña, ha denunciado las medidas impuestas por la llamada Troika — Unión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional — “humillantes y dolorosas”.
El resultado del domingo significa que una mayoría de los votantes en Grecia han rechazado esencialmente una política central para hacer frente a la crisis de la eurozona como ideado por Bruselas y Alemania, dijo desde Atenas Gavin Hewitt de la BBC.
La BBC, además, cita a Yanis Varoufakis, próximo ministro de finanzas, quien dice que el régimen de austeridad, “H sido una serie de torturas fiscales que han convertido a Grecia en una colonia de deudas”.
La contracción económica impulsó el paro generalizado y lanzó a millones de griegos al borde de la pobreza.
Como medida de urgencia, hoy se reúnen 19 ministros de finanzas de la UE para discutir los efectos de la elección en Grecia.
Europa observa.