Dos explosivas noticias que debilitan aún más a la Casa Blanca reventaron el martes, en visperas de la primera salida internacional de Donald Trump como el 45 presidente de EUA.
Según informó el New York Times, el presidente Trump presionó al despedido director del FBI, James Comey, buscando que suspendiera la investigación de Michael Flyn, el ex asesor de seguridad nacional obligado a renunciar a su cargo en la Casa Blanca cuando se supo que no había sido completamente honesto en su divulgación de sus relaciones con Rusia.
La información del Times se basa en un memorando que presuntamente Comey preparó luego de reunirse con el presidente Trump, al día siguiente de la obligada dimisión de Flynn. “Espero que Ud. pueda encontrar la manera de aclarar este asunto, dejar pasar lo de Flynn”, dijo el presidente. Redactar este tipo de memorandos después de una reunión con el presidente es práctica común entre funcionarios de gobierno.
La noticia sembró el caos por los corredores del ala oeste de la Casa Blanca.
The Daily Beast: “Un alto funcionario de la administración Trump, que anteriormente trabajó en la campaña del presidente, ofreció una evaluación sincera y breve de las consecuencias de esa racha de malas noticias: ‘No veo cómo Trump no está completamente jodido'” (usa la palabra “fucked”).
Investigadores del Congreso sobre los vínculos entre Rusia y la campaña Trump han exigido que se le entreguen estos documentos, que presuntamente se encuentran en los archivos del FBI.
La nueva situación, agrava la situación del presidente. Informes hablan de un personaje asediado por malas noticias, de un genio terrible, regañando a diestra y siniestra (hasta a su yerno) y a punto de despedir cuadros importantes de su administración.
Algunos congresistas hablan del obstrucción de justicia. Las comparaciones con Watergate abundan. Periodistas y políticos habland de de impeachment.
La noticia, suficiente para causarle agrieras a cualquier político, desplazó de los titulares el informe de que la inteligencia que Trump había divulgado a dignatarios rusos en la Casa Blanca sobre un posible ataque de ISIS había venido de Israel.
The New York Times: Israel es uno de los aliados más importantes de Estados Unidos y posse una de las redes de espionaje más activas en el Medio Oriente. El alarde de Trump con que Trump compartió con los rusos información muy sensible proviniente de Israel podría perjudicar la relación entre los ambos países, y plantea la posibilidad de que esta información pueda ser transmitida a Irán, aliado cercano de Rusia y la principal amenaza para Israel en la región.
Recordarán nuestros lectores que durante la campaña presidencial en múltiples ocasiones Trump acusó a Hillary Clinton de ser descuidada con la información de inteligencia.
Trump parte en su primer viaje internacional como presidente el viernes, con paradas en Arabia Saudita, Israel, el Margen Occidental y el Vaticano. Luego asistirá a reuniones de la OTAN, en Bruselas, y de la alianza G7 en Sicilia.
El viaje que bajo situaciones normales sería sumamente estresante podría ser una distracción para el la hemorragia que parece haber seriamente herido a su administración.
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