Mientras que la destrucción causada por dos cataclísmicos huracanes en Texas, Louisiana y la Florida han acaparado titulares en EUA, “Russiagate”, la investigación sobre los presuntos vínculos de la campaña Trump 2016 con intereses Rusos, sigue acelerando el paso.
Se ha informado recienemente que el investigador independiente Robert Mueller considera a Michael Flynn, Jr., — hijo del general del mismo nombre y quien fuera despedido de la Casa Blanca en marzo por mentir sobre sus lazos económicos con Rusia — es un “sujeto” en la investigación.
El lenguaje de las investigaciones federales clasifica tres pasos. El primero, un “blanco” (target) de la investigación, indica que existe probable causa para que un Gran Jurado escuche con miras a formular cargos criminales contra dicha persona. El tercero, un “testigo” (witness), significa que aparentemente dicho individuo no ha cometido ningún crimen, pero puede tener acceso a información de interés para los federales.
Entre “blanco” y “testigo” está la segunda categoría, “sujeto” (subject), que define la situación cuando los investigadores han escarbado lo suficiente para sospechar que pudo haberse cometido un crimen. Y es menester investigar más profundamente y presentar los datos a un Gran Jurado.
En esa categoría encaja en este momento Michael Flynn, Jr., quien colaboró estrechamente con su padre en sus diversos negocios con naciones extranjeras, entre ellas Rusia, sobre las cuales presuntamente mintió a las autoridades. La Casa Blanca fue alertada sobre la situación de Michael Flynn, padre, quien mantuvo durante semanas sus credenciales de seguridad.
Hasta el momento, según informa PBS, son tres los “targets” o blancos de esta investigación. Michael Flynn, padre. Paul Manafort, quien fuera el presidente de la campaña Trump 2016 y cuya residencia fue allanada por los federales hace semanas. Más recientemente, representantes de una compañía de relaciones públicas cercana a Manafort, ha sido obligada a comparecer ante el Gran Jurado. Entre los cargos que podría enfrentar Manafort se incluye lavado de dineros obtenidos de intereses rusos y ucranianos.
El tercero es Donald Trump Jr., hijo mayor del presidente Trump, quien se encuentra bajo investigación por la reunión en Trump Tower en junio 2016 donde por lo menos dos personas cercanas al gobierno de Rusia le habían ofrecido “información lesiva” a Hillary Clinton. El joven Trump ha sido interrogado por el congreso en dos ocasiones, lejos de las cámaras. Pero ello podría cambiar.
Esos son los “targets” o blancos.
La investigación también ha comenzado a escarbar entre las finanzas de Donald Trump. La semana pasada se hizo público que en medio de la campaña presidencial, el imperio comercial Trump buscaba construir un hotel en Moscú. Las finanzas de la familia Trump se mantienen bajo estricta confidencialidad (secreto) hasta el punto que el candidato Donald Trump se negó a hacer públicas sus declaraciones de la renta.
Luego, está la dimensión de obstrucción a la justicia, que se deriva del despido del entonces Jefe del FBI, James Comey por presuntamente negarse a suspender la investigación sobre Rusia. (En la conferencia de prensa de la Casa Blanca, la portavoz de la presidencia Sarah Huckabeen Sanders, leyó por dos días consecutivos declaraciones en el sentido que James Comey había violado varias leyes y podría ser enjuiciado).
Este es un punto bastante complejo, ya que la Casa Blanca ha justificado el despido en términos muy contradictorios. Y, según Steve Bannon el ultraderechista asesor de Donald Trump, el despido de Comey fue “el error político más grave en historia reciente”.
En la actualidad, tres comisiones del congreso y un Fiscal Independiente investigan los vínculos entre la campaña Trump y Rusia. Las investigaciones abarcan la posible colusión con el gobierno de Rusia y la obstrucción a la justicia.
Otra investigación paralela es el presunto papel de Rusia en la elección. Se ha hecho público en días recientes que Facebook recibió US$100,000 en anuncios que encajan dentro de la categoría “noticias falsas”, los cuales atacaban a Hillary Clinton y denunciaban a los inmigrantes. Algunos de estos anuncios salieron en vísperas de la elección en áreas cercanas a la frontera con México.
Los pautó un organismo basado en San Petersburgo.
Un dato interesante sobre las “noticias falsas” involucra al hijo de Michael Flynn, desde cuya cuenta en Twitter colaboró en la difusión del escándalo “Pizzagate” de la pizzería, donde un pistolero llegó armado hasta los dientes para “salvar” a niños presuntamente esclavizados por Hillary Clinton. Afortunadamente, nadie resultó herido, el pistolero fue detenido, y el joven Michael Flynn Jr., perdió su puesto en la Casa Blanca.
Días después le seguiría su padre.
Y se abriría la caja de Pandora.