La guerra civil de Siria está desbordando a las naciones vecinas y todavía no se alcanza a ver un fin al conflicto, escribe The Economist.
El pasado 5 de octubre, el día después de que cinco personas murieran en un pueblo de Turquía como resultado de presuntos ataques con morteros por parte del ejército sirio, el parlamento turco dio aprobación a una invasión a Siria, en caso de que fuera necesaria, señala.
Desde entonces, las tropas turcas han respondido a diario contra bombardeos esporádicos por parte de las fuerzas de Bashar al-Assad, agrega.
Según The Economist, Turquía ya alberga a 94,000 de los 328,000 refugiados que han huido a países vecinos, según la agencia de refugiados de la ONU.
Más de 5,000 sirios huyendo a la violencia se han desplazado hasta el norte de África, dice.
La ONU espera que esta cifra aumente a 700,000 personas a finales de año.
Otras 18,000 han solicitado asilo en Europa desde que comenzó el levantamiento en marzo del 2011.
Mientras tanto, millones de personas siguen atrapadas en el país, con agencias de distribución alimentaria ayudando a 1.5 millones de personas.
Más de 31,000 personas han muerto en el conflicto hasta el momento, según el Centro de Documentación de Violaciónes en Siria. De estos, se cree que alrededor de 25,000 han sido civiles.
Una cifra similar de personas estarían detenidas sin haber sido procesadas legalmente.
Aquí, The Economist presenta un cuadro del costo humano de la guerra civil en Siria.
