Según informan Bailey Elise McBride y Sean Murphy de la Associated Press en una nota que publica The Huffington Post, las autoridades del estado ensayaron una nueva combinación de drogas en el condenado, con lo cual el hombre” quedó retorciéndose y apretando los dientes en la camilla, antes de que muriera de un ataque al corazón más tarde”.

Clayton Lockett, de 38 años, fue declarado inconsciente 10 minutos después de que se administrara la primera de una nueva combinación de tres drogas para la inyección letal. Tres minutos más tarde, sin embargo, comenzó a respirar con dificultad, se retorcía, apretando los dientes y esforzándose por levantar la cabeza de la almohada.

Dice el informe que las autoridades tuvieron que bajar las persianas del mirador para que los testigos no vieran el horrible espectáculo.

Así estuvo 43 minutos.

“Fue algo horrible de ver. Esto fue totalmente una chambonería”, dijo el abogado de Lockett, David Autry.

Explica el informe que el llamado coctel letal consiste de tres fármacos: El primero lo duerme, el segundo lo paraliza y el tercero le hace parar el corazón.

Fue antes de administrarse el segundo, explica el informe, que Lockett comenzó a convulsionarse.

El encargado de la ejecución dijo que fue un problema con las venas del condenado, aunque el abogado de Lockett niega que haya sido así.

La gobernadora del estado, Mary Fallin, suspendió otra ejecución que iba a tener lugar inmediatamente después. Ha pedido un moratorio sobre las ejecuciones por 14 días para investigar qué sucedió.

La razón por la que Oklahoma, igual que otros estados de EUA que aplican la pena capital, ha tenido que ensayar otras drogas es porque los fabricantes en Europa se niegan a que sus productos se usen para ejecutar a presos.

Lockett había sido condenado a muerte por el asesinato en 1999 de una joven de 19 años a quien luego de disparar con una escopeta de cañón recortado había ayudado a enterrar viva.

Artículo en inglés