Realmente no entendemos por qué últimamente la rubia neoyorkina residente en Londres se ha convertido en el hazmerreír de muchos comentaristas. Porque Gwyneth Paltrow es alta, elegante, esbelta, bella y hasta el momento había hecho algunas películas decentes, como “Emma”, “Shakespeare in Love” y otras.

Creo que comenzó a ganarse enemigos cuando, en Europa, dijo que la cultura de ese lado del charco era “más antigua” (léase sofisticada).

Para remates de males, no hace mucho se colgó una guitarra de música country y comenzó a cantar un género musical totalmente ajeno a su persona. Puede ser que para una actriz que se había presentado como cosmopolita incluso algo elitista, la necesidad de reinventarse y recuperar sus audiencias exigiera esta metamorfosis. (Podría haber optado por otro género). Pero la realidad del asunto es que la crítica de Nashville, el corazón del country, le dio duro, y en el resto del país, igual. Despiadados.

Sin embargo, durante gran parte de este año, la han invitado a cantar con su guitarra, dando a sus enemigos bastante de que atacarla, empujando al mismo tiempo a muchos apatéticos al campo del anti gwynethismo.

Aquí nuevamente la mofan, con esta magnífica, exagerada, totalmente absurda y a la vez brillante Lectura Dramática de su libro de cocina. (También dice ser chef y conocer España).

¡Qué acentazo, macho! ¡Ay Gwyneth! ¡Ay ay ay Gwyneth!

Foto cortesía de shannonpatrick17

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