La revista POLITICO publica una extensa nota y muy poco halagadora sobre Jill Abrams, directora del New York Times, publicación que la semana pasada brilló en la entrega de los Pulitzers, el prestigios premio de periodismo, al llevarse cuatro de ellos.
Dyla Byers, bajo el titular “Turbulence at The Times” presenta una serie de entrevistas que presentan repetidamente a Abramson como una tirana abusadora que está perdiendo apoyo dentro de la sala de redacción.
Publica citas como:
“‘Cada editor tiene una historia de cómo ella estalló en una reunión’, dijo un reportero. ‘Jill puede ser imposible’, dijo otro”.
o
“Abramson ha brillado por su ausencia — o AWOL (ausente sin permiso), en expresión de varios empleados — en momentos claves en que el Times requería liderazgo”.
“Está comenzando a adquirir proporciones como las de Howell Raines, dijo un empleado, en referencia al antiguo director ejecutivo quien, entre el 2001 y el 2003, presuntamente gobernó el periódico mediante el miedo y la humillación, antes de ser obligado a renunciar después del escándalo de plagio de Jayson Blair”.
¿Qué dice Abramson al respecto? Nada. Se negó a comentar para la nota.
¿Exageración? ¿Chismes malintencionados? ¿Resentimiento? ¿Celos profesionales? Difícil de saber.
Pero los cuatro Pulitzers no hay quien se los quite.
Foto: El Molino Online
