“Reconstruiremos desde la nada”, dijo el primer ministro japonés Naoto Kan en una alocución televisada conmemorando una semana desde que estalló la peor crisis en la historia de la isla, y una de las más abrumadoras en tiempos recientes para cualquier nación.

Por toda la nación nipona, informan Mari Yamaguchi y Eric Talmadge para la Associated Press, sonaron las sirenas para recordar el momento en que todo comenzó.

“A través de la historia, nuestra pequeña isla ha logrado milagros económicos gracias a los esfuerzos de todos los ciudadanos japoneses”, dijo el mandatario recordando cómo Japón sobrevivió la destrucción y derrota de la Segunda Guerra Mundial para llegar a ser una potencia mundial. “Así fue que construimos nuestra nación”.

La carambola de catlacismos que se desencadenó al golpear el terremoto del viernes pasado, seguida por un tsunami ha causado 6,900 muertos, pero se anticipa sobrepasará los 10,000; 452,000 damnificados actalmente sin vivienda y en refugios; unos 343,000 hogares sin electricidad y 1 millón de sin agua. Igualmente, la crisis nuclear en cuatro de seis reactores en la planta de Fukushima Dachaii ha emitido peligrosas cantidades de radiactividad en un área de 19 millas alrededor. Sus efectos no podrán verse, pero expertos hablan de “zonas muertas por décadas”.

Por su parte, el primer secretario del gabinete Yukio Edanoque, reconoció que el gobierno no reaccionó con la velocidad que ameritaban los acontecimientos, “La escala sin precedente del terremoto y el tsunami que golpeó al Japón, hablando francamente, fue algunas de las eventualidades que no habíamos anticipado en nuestros planes de contingencia”, dijo. “En retrospecto, podríamos habernos movido algo más rápidamente para evaluar la situación y coordinar toda la información y diseminarla más rápidamente”.

Al mismo tiempo, se anunció que EUA comenzaría a ayudar a las autoridades japones a intentar enfriar los reactores nucleares.

Artículo en inglés