La obesidad puede reducir el tiempo que uno pase en este valle de lágrimas: ello se ha comprobado.
Pero el sobrepeso puede evitar las muertes prematuras, según los sorprendentes resultados de un estudio reciente con casi 3 millones de personas.
Informa Rosie Mestel en Los Angeles Times que las personas clasificadas como con sobrepeso murieron a una tasa levemente inferior a la de los que tenía un Indice de Masa Corporal considerado normal.
Aunque se les considere levemente obesos, no tuvieron mayores riesgos de morir prematuramente que el otro grupo, dice.
Entre la población mayor de 65 años, incluso los más obesos no presentaron mayores riesgos de mortandad, dice.
En la opinión de expertos, podrían ser varias las razones por las que las personas con algún sobrepeso sobreviven al resto: reservas de grasa adicionales, para casos de enfermedades; más protección (amortiguación) en caso de caídas; o el simple hecho de que un exceso de kilos les crean condiciones crónicas que exigen mayor contacto con los médicos.
Pero son estas condiciones crónicas — como la diabetes y la alta tensión arterial — las que crean peligros con el exceso de peso.
Por lo cual es mejor abstenerse de aquella tentadora torta que le grita, “¡cómeme!”
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