Marilyn Monroe El Molinoonline.comDesde su muerte, varias actrices se pusieron en la piel de la diva, para encarnar su vida en la ficción. Quiénes fueron las osadas y las que mejor la interpretaron.

La estrella ha muerto, que viva la estrella. Marilyn Monroe dejó un vacío que intentaron llenar cientos de después de ella y al que Hollywood se aproximó con tanta idolatría como voracidad en películas sobre su vida. “No quiero hacer dinero, sólo quiero ser maravillosa”, decía ella, cuando ya lo era y a esa intención respondieron con una serie de biopics donde su vida, trágica y rutilante. Michelle Williams compone a la más reciente de sus versiones en Mi semana con Marilyn y transmutada en la rubia debilidad, fue nominada al Oscar por este papel, dirigida por Simon Curtis. Pero antes, hubo otras.

Catherine Hicks, en Marilyn: The Untold Story. El filme fue realizado para televisión y estrenado en 1980, y toma como punto de partida la biografía homónima de Norman Mailer sobre Marilyn. Hicks fue nominada a un Emmy por esta interpretación, que abarca desde la juventud de la estrella hasta su muerte.

Susan Griffiths, en Marilyn and me (1991). Griffiths fue premiada con el Cloney Award como La interpretación más destacada de una leyenda del cine y en Estados Unidos es el nombre obligado a la hora de buscar una artista capaz de recrear a Marilyn. El filme, realizado para televisión, fue su consagración, a pesar de que todavía se la considera más una imitadora que una actriz.

Melody Anderson, en Marilyn y Bobby, her final affair (1993). Versión libre sobre la posible historia de amor prohibido entre Monroe y el hermano de John F. Kennedy, pocos días antes de que fuera declarada muerta por sobredosis de barbitúricos. Anderson es Marilyn sin mucha convicción, en uno de sus pocos roles recordados para la industria.

Ashley Judd y Mira Sorvino, en Norma Jean and Marilyn (1998). Otro filme televisivo, producido por HBO, sobre la leyenda rubia. En este caso, con las dos facetas de la actriz desdobladas en sus nombres reales y su seudónimo para la fama. Judd es la anónima, la que le recuerda a Monroe de dónde viene y en qué creer. Sorvino es la de los diamantes y el satén.

Barbara Niven, en The Rat Pack (1998). Otra producción de HBO, en este caso basada en la historia de los crooners más carismáticos de 1960: Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford. Monroe es un personaje secundario en el fondo glamoroso de la trama. Tan imprescindible como la música. Para Niven fue cumplir un sueño dorado, que le valió uno de sus roles más famosos.

Poppy Montgomery, en Blonde (2001). La dura detective de Without a trace le puso rulos a su cabellera dorada para componer a Marilyn en esta serie biográfica para CBS. Basada en hechos reales mezclados con fantasía, la historia enfoca en la Marilyn íntima, en los conflictos de sus relaciones más personales y los hitos de su fama.

Sophie Monk en The mistery of Natalie Wood (2004). La rubia australiana compone a la bomba americana en este filme para la televisión, donde vuelve a jugar con sus talentos como actriz y cantante. Monk, rescatada del anonimato por la versión de Popstars de su país, consiguió pasar la primera ronda del concurso gracias a su interpretación de Happy Birthday, Mister President. Era 1999, y todavía no sabía que su cuerpo iba a sostener, por una vez, a su ídola.

Charlotte Sullivan en The Kennedy’s (2011). Esta mega producción de History Channel relata en ocho episodios la épica de la familia Kennedy, donde la diva aparece como una de sus escalas más intensas. Sullivan aparece en tres episodios y brilla como Marilyn.

¿La que viene? Naomi Watts sería la protagonista de una nueva versión de Blonde, dirigida por Andrew Dominik sobre el libro de Joyce Carol Oates, con producción de Brad Pitt y escala monumental de realización. La australiana todavía no aseguró su participación en el proyecto, a pesar de que es uno de los nombres más firmes para el personaje.

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