Refugiados en EUALos migrantes que buscan asilo son una amenaza para EUA una invasión que presenta un serio peligro a la sociedad estadounidense.

Esa es la opinión del presidente Trump, la cual ha repetido desde el día en 2015 en que anunció su candidatura a la presidencia.

Traducción: “No podemos permitir que esa gente invada anuestro País. Cuando alguien ingrese, debemos de inmediato — sin jueces ni casos en los tribunales — devolverlos al sitio de donde vinieron. Nuestro sistema es una burla de una política sólida de inmigración y Ley y Orden. La mayoría de los niños llegan sin padres”.

Ese ha sido el mensaje que le ganó la elección y con el que deleita a sus partidarios cuando hace campaña en apoyo a los candidatos congresionales del partido republicano.

Pero la realidad es otra. Y mucho más compleja.

Los refugiados embarcan en la ardua jornada de Centroamérica a EUA, cruzando México a pie durante gran parte del trecho, para escapar. Escapar la violencia incontrolable, resultado del tráfico de narcóticos. Escapar la pobreza y falta de oportunidad.

Dejan sus hogares, en muchos casos con mínimos recursos y planificación, igual que durante décadas han hecho centenas de miles de personas. Cruzan las fronteras al norte de sus países con la esperanza de aportar a la economía de EUA desempeñando tareas que muchos otros rechazan, dinamizando comunidades, contribuyendo a la cultura y sociedad. Y también pagando impuestos.

Datos de investigaciones revisados por la Oficina de Presupuesto del Congreso (no partidista) indican que entre el 50% y el 75% de los inmigrantes no autorizados pagan impuestos federales, estatales y locales. [10] Se estima que los inmigrantes ilegales pagan alrededor de $ 7 mil millones por año en la Seguridad Social. [19] Además, gastan millones de dólares por año, lo que respalda la economía de EUA Y ayuda a crear nuevos puestos de trabajo — Wikipedia

Lo vienen haciendo generaciones.

La crisis actual consiste en varios componentes.

Primero, hay miles de menores que han llegado solos a la frontera. Comentaristas atacan a los padres de estos niños centroamericanos acusándolos de ser irresponsables, “¿Cómo permiten que un hijo se vaya así?”. Otros responden que la desesperación debe ser tan abrumadora que vean ésta como la única salida para sus hijos.

También están los niños que han sido separados de sus padres indocumentados desde que se implementó la medida “Cero tolerancia”. Es la que ha dominado las noticias durante una semana, y la situación sigue intensificando.

Otro elemento es el tema de DACA, el programa que implementó la administración de Barack Obama y ha otorgado cierta legalidad temporal a las personas que llegaron de muy niños a EUA con sus padres indocumentados. La administración Trump ha intentado DACA y pedido alternativa al Congreso. Pero en estos momentos, el Congreso no parece estar en posición para presentar nada que valga la pena.

Finalmente, está el tema más amplio de los 11 millones de personas sin documentos que viven, trabajan, estudian en EUA y para quienes el peligro de ser deportados es el pan de cada día.

El otro elemento en esta ecuación es la llamada base social de Donald Trump, quienes le apoyan incondicionalmente.

Unos porque son supremacistas blancos y no quieren que cambie la composición étnica del país.

Otros porque están convencidos de que solo la mano dura puede recuperar lo que ellos consideran la grandeza de EUA. O como han repetido Trump y su gente, “Make America Great Again” (MAGA por sus iniciales).

Ellos quisieran ver el muro en la frontera. Y deportaciones masivas.

El apoyo a Trump es cada día más tribal, de épocas primitivas cuando el mundo era diferente. Muchos de sus partidarios se sienten reivindicados por la retórica del presidente, que les permite ser racistas, machistas, bullies en contra de los más débiles y vulnerables. Los refugiados.