Victoria en dakotaCon celebraciones, danzas, fogatas, fuegos artificiales y el tradicional círculo de tambores miles de personas — incluyendo unos 2,000 veteranos militares de EUA — han recibido la noticia de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EUA ha negado a los constructores del oleoducto Dakota Access Pipeline el permiso para seguir construyendo a través de tierras indígenas.

Ha sido una importante victoria para miles de manifestantes que han acampado durante meses para impedirla construcción del proyecto de US$3.8 mil millones. Al frente de la protesta desde el veranos pasado ha estado la tribu Standing Rock Sioux, que ha señalado que el oleoducto destruiría el agua potable de la comunidad y violaría terrenos sagrados.

Los constructores, apoyados por fuerzas policiales que han recibido refuerzos de todo el país, han atacado constantemente a los manifestantes, causando decenas de heridos graves con balas de hule, granadas aturdidoras, gases lacrimógenos, spray de pimienta, perros furiosos, igual que cañones de agua. Estos últimos adquirieron un nivel de violencia desproporcionado dadas las temperaturas por debajo de cero.

Igualmente, el campo donde acamparon los “defensores del agua” fue sometido a hostigamiento psicológico, con patrullas aéreas, poderosas luces durante las noches, ruido y vigilancia constante.

Pero aún así, no lograron con los nativos americanos y la solidaridad que movilizaron.

En una declaración, la tribu dijo que “apoyamos de todo corazón” la decisión del gobierno. Agradeció al Presidente Obama y el Departamente de Justicia. “Gracias a las millones de personas alrededor del planeta que han expresado su apoyo a nuestra causa. Gracias a las miles de personas que han venido a nuestro campamento para apoyarnos y a las miles de personas que han donado tiempo, talento, y dinero en apoyo a nuestros esfuerzos por detener este oleoducto con el objetivo de proteger nuestra agua”.

El anuncio tuvo lugar un día antes de que venciera el plazo anunciado por el Cuerpo de Ingenieros a los miles de activistas para que abandonaran el campamento.

Este fin de semana casi dos mil veteranos llegaron al campamento para apoyar el movimiento.

“Lloré cuando escuché las noticias”, dijo a The Guardian Sylvia Picotte, de la tribu Cheyenne River Sioux que habia visitado el campamento todos los fines de semana desde agosto. “Nos han pisoteado por tanto tiempo, lo único que me quedaba era la esperanza”.

En declaraciones por Twitter, la congresista y veterana militar Tulsi Gabbard, quien en repetidas ocasiones ha manifestado su apoyo a las movilizaciones, dijo, “Hoy hemos visto el poder de las voces del pueblo que se ha puesto de pie para defender el agua”.

La congresista Gabbard agregó que es importante mantener la vigilancia y seguir protegiendo el agua.

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