Nicolas Maduro en campañaMientras que Henrique Capriles Radonski se niega a aceptar los resultados de la cerrada elección del 14 de abril, en Venezuela el Consejo Nacional Electoral investirá a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Aletea sobre el ambiente, como un espectro de angustiosas divisiones, el recuento de sufragios que ha pedido el campo de Capriles.

Capriles ha dicho claramente que sin conteo nuevo todo investidura sería “ilegítima”.

Una revisión de una amplia gama de opiniones en la prensa indica que, así el recuento ratifique la victoria de Nicolás Maduro, tendrá que gobernar una Venezuela todavía más dividida que antes, con un chavismo más débil que lo anticipado.

Comenta la prensa venezolana e internacional.

Virginia Lopez y Jonathan Watts, en The Guardian

“Maduro –quien se desempeñó como Ministro de Relaciones Exteriores durante seis años antes de ser nombrado vice-presidente en noviembre del 2012 — también ha prometido honrar la estrecha relación de Chávez con Cuba, uno de los países ideológicamente alineados con Venezuela al que dona cantidades importantes de petróleo.

“Pero el trabajo duro comienza ahora. Maduro tiene que llenar los zapatos de un líder político que logró unir a una coalición de intereses diversos en gran parte por la fuerza de su personalidad.

“Incluso con la bendición de Chávez, los votantes parecen haber sido muy divididas acerca de si le dan seis años para demostrar lo que puede hacer”.

Eduardo Soto, editor internacional, El Tiempo:

“En el chavismo ya deben estar cuestionándose si no hubiera sido mejor que Chávez hubiera ungido a un Diosdado Cabello o a un Elías Jaua. Esto, porque Maduro tenía por obligación no solo ganar las elecciones con una importante diferencia de votos para darle aire a la revolución de su mentor, sino que tenía el afán de legitimarse dentro del propio chavismo, cuyas diferencias radicales solo podían ser manejadas por la figura del difunto mandatario.

“Las cifras lo muestran: el chavismo perdió 685 mil votos y Capriles obtuvo 679 mil más, ambos en relación a las elecciones de hace 6 meses ganadas por Chávez”.

Miguel Angel Bastenier, El País, de España dice que ha casi sido el peor resultado:

El votante ha dicho aparentemente ‘sí’ al chavismo pos-chavista, o sea despojado de su líder natural, pero lo ha hecho con escasa convicción. Las toldas oficialistas han recogido casi 700.000 sufragios menos que Chávez en las presidenciales de octubre, que son prácticamente los mismos que han engordado las cifras del candidato de la oposición. Y ello ha estrechado el margen de victoria de algo menos de 11 puntos, que obtuvo Chávez, a algo más de uno con que ha quedado Maduro. Y dado el grado de irregularidades que se registran en buen número de elecciones, no solo venezolanas, sino en gran parte de la región, una diferencia de 230.000 votos, sobre casi 15 millones de sufragios, permite todas las especulaciones y da aire a la pretensión de Henrique Capriles de pedir recuentos aquí, allá y acullá”.

Raul Castro, presidente de Cuba: envió la siguiente nota de felicitaciones: “Querido Nicolás: En nombre del Gobierno y el pueblo de Cuba, te felicito por este trascendental triunfo, que demuestra la fortaleza de las ideas y la obra del Comandante Hugo Chávez. Esta decisiva victoria y tu lealtad al pueblo, asegurarán la continuidad de la Revolución bolivariana y de la genuina integración de Nuestra América. Te ratifico toda nuestra solidaridad y compromiso. Un fuerte abrazo”.

Evo Morales, presidente de Bolivia: “Quiero felicitar al pueblo venezolano por su carácter cívico, democrático demostrado durante la jornada electoral y aunque cada región de América es diferente y diversa, esta victoria de Venezuela es la victoria de toda América Latina. Esta victoria representa la voluntad de los pueblos contra el carácter dominador del imperialismo”.

Nélida Fernández/Efe publica en La Patilla bajo el titular, “El Chavismo celebra con aire de tristeza la “victoria pírrica” de Maduro.

Caras tristes y rostros de molestos dentro de Miraflores contrastaban en la noche del domingo con el baile y la celebración de la calle al ritmo de las canciones que alegraron la campaña de Maduro y el sabor del alcohol prohibido por la ley seca en vigor desde el viernes debido a las elecciones”.

Definitivamente no es este el resultado que esperaba el oficialismo.